VALÈNCIA. (Imane Rachidi/EFE) Un certificado falso de PCR negativa, una amenaza terrorista, el amaño de un partido o el intento de hackeo de un sistema informático del campeonato son posibles crímenes que pueden ocurrir en las próximas semanas durante la Eurocopa. Un centro operativo en Europol, en La Haya, respaldará la seguridad de un torneo peculiar en pandemia.
Si el 14 de junio, en pleno España-Suecia en Sevilla, salta la alerta de que unos 50 hinchas viajan en coche, cruzando Alemania y Francia para llegar a La Cartuja, los agentes de los países implicados se movilizarán para vigilar y se coordinarán con el Centro de Cooperación Policial Internacional (IPCC) en La Haya para, intercambiando datos y manteniendo reuniones sobre los riesgos y prevenir juntos una posible amenaza a la seguridad.
Este ejemplo, una amenaza al orden público descrita por el neerlandés Max Daniel, jefe del IPCC, sería uno de los escenario temidos por los 40 agentes de enlace de los 22 países que participan o acogen partidos de la UEFA EURO hasta el 11 de julio.
El IPCC permitirá a los agentes que están sobre el terreno las 24 horas y los 7 días de la semana, recibir información relevante y pistas sobre las investigaciones en curso de forma más rápida.
“La combinación de información sobre cuestiones de orden público, simpatizantes, lugares de estancia y movimientos de viaje por carretera, aire y ferrocarril da como resultado una imagen actualizada e integrada. Poder compartir fácilmente esa información entre países ha demostrado ser muy valioso en el pasado”, subraya Daniel, en una rueda de prensa.
El objetivo, dice, es “garantizar que este campeonato único” sea “lo más seguro posible” y transcurra sin problemas para la seguridad pública.
Con 24 equipos nacionales jugando en 11 ciudades diferentes de Europa, la “formación de equipos (policiales) es primordial para la seguridad del torneo”, añade Catherine De Bolle, directora ejecutiva de Europol, la agencia de coordinación policial que alberga este centro operativo temporal coordinado por la Policía neerlandesa.
Están representados Austria, Bélgica, Croacia, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia, Hungría, Alemania, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, España, Suecia y Países Bajos, además de, desde fuera de la Unión Europea (UE), Azerbaiyán, Macedonia del Norte, Rusia, Suiza, Turquía, Ucrania y Reino Unido, junto a Interpol y la UEFA.
“En esta coordinación policial hay dos áreas: orden público o seguridad física, que es de los centros nacionales de información y de contacto del fútbol, que es la parte de UEFA, y después, la reacción a amenazas potenciales que puedan surgir en el marco de este evento, y ahí es donde entra Europol”, dice a Efe Julia Viedma, jefa del Centro de Operaciones y Análisis de la agencia, con sede en La Haya.
La coordinación en temas de seguridad sanitaria por la covid-19 es responsabilidad de cada país que alberga un partido, y Europol apoya a los países en sus propias investigaciones. “Al haber menos movilidad física y menos presencia de público en los estadios, suponemos que los delitos tradicionales como la distribución de drogas o los carteristas, tendrán menos incidencia porque hay menos aglomeración de público”, añade.
Pero al haber más seguimiento del torneo en línea, “todos los delitos facilitados por internet pueden tener un auge, como el fraude 'online', el pirateo de la conexión a plataformas digitales donde se pueden seguir los partidos, falsificación de certificados covid-19 para poder moverse de un país a otro, entradas falsificadas, productos de promoción de la UEFA, los ataques cibernéticos o la amenaza potencial en temas de terrorismo”, alerta.
El agente de enlace de España, José David Molano Margallo, subraya a Efe que Sevilla “se ha constituido como una de las sedes más importantes” de la Eurocopa y la Policía Nacional, “referencia mundial estos años por grandes dispositivos” organizados por varios torneos como la Copa de Libertadores, controlará “muy bien tanto el acceso de aficionados extranjeros, la seguridad alrededor del estadio y la movilidad en los aeropuertos y estaciones de trenes” en todo el territorio español.
“Algunos aficionados suelen abusar de sustancias como alcohol y drogas, y eso incita a la violencia. También tenemos temores relacionados con el covid-19 porque la movilidad puede afectar a la pandemia, y, sobre todo, (vigilaremos) los aledaños del estadio, que es donde se concentra el mayor número de seguidores”, detalla Molano Margallo, inspector jefe de la Policía Nacional.