VALÈNCIA. Tras mi periodo vacacional discontinuo (ya que me he ido incorporando en la radio a las narraciones de los partidos) me encuentro con que la noticia es que no hay noticia. El Valencia CF sigue sin fichar pese a las evidentes necesidades expresadas por capitán y entrenador desde hace semanas; sorpresón.
La supuesta autonomía y agilidad del local management quedó en el mismo lugar que la "cercanía y transparencia" anunciadas hace más de un año cuando el amo fulminó al encargado beodo al que mantuvo 5 años en la presidencia. Otra novedad.
Pensar que ibas a ir a por la cesión de un jugador sin pagar traspaso en los últimos días de mercado y que te iban a abrir las puertas de par en par cuando el entrenador del club al que vas -con un paquete de pipas- ya había expresado públicamente su malestar por el debilitamiento de su plantilla, es de ser muy iluso o muy mentiroso. Máxime cuando has dado tiempo a que el jugador marque goles en pretemporada y en el inicio de la liga, y cuando el equipo en el que juega lleva cero puntos de nueve posibles ¡Claro que sí, guapi!
La gestión vuelve a ser negligente (siendo bien pensado). Te mueves en fichajes de 250.000 euros (y porque Canós quería jugar en el Valencia) o de 150.000, cantidades de refuerzos que se manejan en Primera RFEF. No hay dinero para fichajes, pero sí lo hubo para pagar al principio de verano los 5 millones por un central turco que en el tramo definitivo de la temporada pasada y de la mano del entrenador al que has renovado fue suplente.
Venga o no Rafa Mir (que ojalá venga porque para esta plantilla ahora mismo es fichar al Van Nistelrooy de 2002), el papelón indigno ya se ha hecho. No es de recibo la gestión deportiva del propietario -y por ende- de todos sus ejecutivos asalariados en el día a día. Y el problema de todo ello es que esto ya no sorprende.
Es más, el problema es que ni sorprende, ni solivianta. Mestalla canta 40 segundos el "Peter vete ya!" en el minuto 19, y poco más. Sin oposición y sin clima hostil (siempre dentro de los límites de lo tolerable), el reo está sentenciado a morir. Sólo falta conocer la fecha del fallecimiento. Tampoco esto es una novedad.
Falta por conocer cómo de sincero será Baraja en la rueda de prensa previa al partido del Alavés si se queda sin delantero y si más fichajes. Porque dependiendo de esa sinceridad estará ajustando la soga a su cuello. Ya conocemos cómo encaja las críticas la propiedad del club (Marcelino, Gracia, Bordalás...).
Una propiedad cobarde reflejada en la actitud de la presidenta. Se cogió más vacaciones que un maestro de escuela (discúlpenme los docentes, pero eso reza el dicho), y lleva desde el 1 de febrero escondida. No hay narices para ponerte delante de un micro y contar la realidad: a Peter le importa esto una higa. A cambio las clásicas frases de lo implicados que están y de lo mucho que invierten para tapar el agujero que su negligente administración produce cada año.
Otro año más Meriton sigue destruyendo al Valencia CF tras prometer un viraje radical; sorpresón.