Sørloth devuelve el cariño a La Cerámica tras anotar cuatro goles contra el Real Madrid. CARME RIPOLLÉS VILA-REAL. Si la primera temporada de Alexander Sørloth en el Villarreal ya era de notable alto antes del póker de este domingo ante el Real Madrid, tras la exhibición ante el campeón de Liga su curso pasa directamente al sobresaliente. Para alcanzar la matrícula de honor sólo le queda confirmar su trofeo Pichichi en la última jornada de Liga.
Lo cierto es que el noruego lo tiene muy de cara, ya que suma 23 goles, dos más que el único que podría arrebatarle la primera posición: el ariete ucraniano del Girona Artem Dovbyk. “Voy a meter un par de goles contra Osasuna para asegurarme de tenerlo”, dijo con una sonrisa tras su exhibición ante el Real Madrid.
Una actuación para la historia que, a pesar de todo, no dejó del todo contento a Sørloth porque no sirvió para ganar y mantener las opciones de jugar en Europa. “Ahora mismo siento que debería haber metido el quinto en la última oportunidad de Gonçalo (Guedes)”, reveló todavía en caliente.
Sin embargo, también reconoció que “meter cuatro goles al Real Madrid es muy especial”. “Creo que mañana estaré muy contento”, añadió. Sin duda, es para estarlo. La Cerámica coreó su nombre durante y después del partido, rendida a un delantero que está muy cerca de conseguir lo que sólo Diego Forlán ha sido capaz de hacer: levantar el Pichichi con la camiseta del Villarreal.
La diferencia es que el uruguayo lo consiguió en la temporada 2004/2005 con un Villarreal que quedó tercero, cinco posiciones más arriba que el actual Submarino. Por aquel entonces Forlán anotó 25 goles en Liga, cinco de los cuáles fueron en las dos últimas jornadas en un sprint similar del de Sørloth este año.
Así, si Sørloth cumple su vaticinio y anota un doblete este sábado en el Sadar, logrará empatar el récord de Forlán. Para superarlo, necesita un hat-trick. En cualquier caso, la noche anterior al partido Sørloth podrá ver el Girona - Granada que abre la última jornada y, si Dovbyk marca un gol o ninguno, celebrar su pichichi antes siquiera de saltar al césped.
En cualquier caso, parece imposible pensar que el temporadón de Sørloth en su primera temporada en Vila-real (llegó en julio por ocho millones más dos en variables) vaya a pasar por debajo del radar de los grandes clubes de Europa. Marcelino es consciente y así lo expresó tras el empate contra el Madrid.
"Si viene un club grande y las tres partes se ponen de acuerdo, pues bien por él. Se lo ha ganado y yo sentiría alegría por él", afirmó el entrenador asturiano. Seguro que ofertas no le faltan a Fernando Roig por Sørloth este verano.
