Un punto en común entre ambos proyectos es que alcanzaron la octava jornada en su peor momento de la competición tras encadenar dos derrotas consecutivas
VALENCIA. Alberto Toril, entrenador del Elche, no ha logrado mejorar los registros que logró Rubén Baraja, anterior técnico del equipo ilicitano, en el arranque de la pasada temporada, puesto que el técnico cordobés ha sumado un punto menos de los que consiguió el conjunto con el preparador vallisoletano.
El Elche de Baraja, que debutaba en el fútbol profesional, sumó once puntos gracias a tres victorias y dos empates, mientras que el de Toril ha conseguido el mismo número de triunfos, pero ha perdido cuatro partidos, uno más que en las mismas jornadas de la pasada temporada.
En los únicos aspectos en los que el Elche actual, undécimo en la clasificación, supera al del pasado campeonato, que era décimo, son en el número de goles anotados -diez este curso por nueve el pasado-, y en el de tantos recibidos -trece hace un año y once en la actualidad-.
Los números que firmó el equipo de Baraja fueron considerados positivos en aquel momento, ya que el proyecto del vallisoletano, cuyo único reto era la permanencia, se completó en apenas diez días tras consumarse el descenso administrativo, ya que solo dos jugadores continuaron en la plantilla.
En esta ocasión, el Elche tuvo tres meses para confeccionar la plantilla, en la que repiten varios futbolistas de la temporada anterior, así como para elegir los fichajes para reforzar el equipo con el reto de pelear por la promoción, por lo que la sensación en el entorno es de decepción.
Un punto en común entre ambos proyectos es que alcanzaron la octava jornada en su peor momento de la competición tras encadenar dos derrotas consecutivas.