ALICANTE. No hay nada cerrado formalmente, pero sí suficiente entendimiento entre las partes como para confiar en un desenlace que lleve a Nico Serrano a jugar de franjiverde lo que resta de curso.
Lo anterior, no obstante las declaraciones del técnico del Athletic Ernesto Valverde ("Contamos con él. Nuestra plantilla es larga, pero necesitamos que sea larga porque tenemos muchos partidos") en su comparecencia previa al envite de la jornada séptima de la Europa League y que el extremo disputase los últimos once minutos del mismo (cometiendo una pena máxima).
"Ahora estoy centrado aquí, a ver si tengo minutos hoy [...] luego valoraré con el míster y el club lo que es mejor para mí", decía precisamente el futbolista a los micrófonos de Movistar antes del inicio del choque con el Besiktas, un día después de lo manifestado por su técnico y de haber prolongado su vinculación con el Athletic hasta junio de 2028.
La realidad es que la decisión (la última palabra) de ceder (tras su renovación) a Nico es del club rojiblanco y, obviamente, está en sintonía con el deseo del futbolista, que no es otro que el de jugar más en lo que resta de curso de lo que lo hará si sigue a las órdenes de Valverde, aunque sea a costa de bajar de categoría.
Hay otros clubes interesados en hacerse con sus servicios, pero sabe que en el Elche de Eder Sarabia tendrá los minutos que necesita, incluso si la operación no incluye la habitual penalización económica que introduce el Athletic en las cesiones para asegurarse que su futbolista juega, cuestión que desde la planta noble del Martínez Valero aseguran no haber sido planteada por el momento por la entidad vasca.
