VALÈNCIA. El Levante afronta el próximo sábado la vuelta de la final de la promoción de ascenso a Primera ante el Deportivo Alavés con la ventaja de que un empate le sirve para subir y en un Ciutat de València en el que este curso sólo perdió en tres ocasiones.
Tras el 0-0 de la ida en Vitoria, al Levante le vale un empate en caso de acabar el partido en la prórroga al haber quedado en la tercera plaza y un puesto por delante del Alavés.
De los veintidós partidos en LaLiga SmartBank que jugó hasta ahora como local, el Levante solo perdió ante el Cartagena (0-1), Racing de Santander (0-1) y Mirandés (1-2) y cedió otros siete empates.
Con once victorias en la fase regular, el Levante completó la temporada 22-23 como el quinto mejor local de Segunda División, mientras que el Deportivo Alavés acabó el curso con seis triunfos como visitante.
Hasta ahora, los precedentes son muy favorables al Levante, que venció al Alavés en los dos partidos de Liga esta temporada por 2-0 y no ha recibido ningún gol del cuadro vasco en los tres enfrentamientos disputados.