Un Valencia con bajas mide el peor momento de la era Simeone

VALÈNCIA. El empate cosechado el miércoles ante el Sevilla en Mestalla constató dos realidades que no por conocidas dejan de ser reseñables.

La primera es que al equipo le faltan muchas cosas, fundamentalmente efectivos. Sin ser una plantilla de relumbrón, los de Bordalás afrontaron el encuentro sin Gabriel, sin Wass, sin Soler, sin Maxi y sin Cillessen durante más de 70 minutos. No es que sea la plantilla del doblete, ni mucho menos, pero de presentar un once con la mayoría de futbolistas que hemos incluido en la lista de bajas, es muy probable que se hubiera podido ver otro encuentro. Gracias a Dios, la implicación y la lucha no se discuten desde la llegada de Bordalás. La mano del entrenador se nota mucho -y para bien- en su equipo.

Y la segunda es una consecuencia de la primera, porque a este equipo le hacen falta refuerzos como el comer. Tener una plantilla corta y desequilibrada es un problema porque cada baja multiplica las dificultades y dificulta mucho. 

A punto de acabar el mes de enero el mercado de fichajes se muestra desgraciadamente como es sus tres últimas ediciones: lento, lesivo y -por el momento- inexistente.

Lento porque faltan 8 días para acabar el mes y se sigue trabajando en futbolistas que se debían haber trabajado en noviembre y en diciembre para que pudieran ayudar al equipo en este calendario diabólico del mes de enero.

Lesivo, porque a poco más de una semana para finalizar el mercado invernal, la política del club ha erosionado de manera celérica la relación con su entrenador, emitiendo para justificar su inacción filtraciones que pretendían dejarle a los pies de los caballos. Y porque en lugar de pensar en quien viene la mayor seguridad ahora mismo es que vas a perder al futbolista al que el entrenador ha alineado más minutos (Wass). Y eso significa -sin duda alguna- empobrecer aún más el nivel de la plantilla.

E inexistente, por motivos obvios a 22 de enero pese a la caterva de nombres que han venido sonando en las cuatro últimas semanas.

La patata caliente para este partido es Wass. Recuperado de su COVID (pese a lo que malintencionadamente han deslizado algunos), ahora le toca a Bordalás decidir si alinea al nórdico tras hablar cara a cara con él. Difícil papeleta la de echar mano de un jugador con la cabeza y la voluntad teñidas de rojiblanco pese a que no se va a negar a remar el blanquinegro si la situación lo requiere. En cualquier caso, y como reza el dicho, cuando alguien dice que se va, es que ya se ha ido.

Por lo demás, son seguras las bajas de Gabriel (lleva fuera desde octubre) y se añaden las de Cillessen por problemas musculares y Gayà por ver la cartulina roja ante el Sevilla. La del holandés la cubrirá Jaume. El de Almenara ha ganado la carrera de fondo para convertirse en el primer suplente de Cillessen pese a ocupar este último verano la última posición en la parrilla de salida. El puesto de Gayá será para Toni Lato, una vez recuperado de sus molestias que ya le permitieron jugar el tramo final del encuentro del miércoles ante los hispalenses.

Por contra, el técnico alicantino recupera a Carlos Soler. El valenciano es cada día más influyente en todos los aspectos del juego, y ha aumentado su importancia desde que Bordalás sumara más efectivos al carril central de la zona ancha.

La gran duda reside en saber si Bordalás volverá a confiar en la defensa de tres centrales o si dado el desbarajuste vivido en el tramo inicial ante el Sevilla, el entrenador vuelve a optar por una defensa de 4.

Así que con todo ello, el once más probable es el compuesto por Jaume bajo palos, Foulquier, Diakhaby, Alderete y Lato en defensa. Guillamón y Soler el eje del centro del campo flanqueados por Thierry y Helder Costa o Yunus, y arriba Hugo Duro y Gonçalo Guedes.

El Atlético recibe al Valencia con cuatro puntos más y un partido menos que su rival pero con la necesidad de sobrevivir en la cuarta posición de LaLiga, pero también expuesto a la crítica ante su público por el difícil momento que atraviesan.

Después de dos despropósitos consecutivos, eliminado de la Supercopa de España por el Athletic Club y de la Copa del Rey por la Real Sociedad, desbordado una vez más por sus propios problemas, especialmente en su defensa, pero extensivos a cada una de sus líneas, a cada una de sus individualidades, a todo su colectivo, el Atlético y su técnico se reencuentran con su afición, con una pinta más que nunca de plebiscito, cuando más debate surge entre los seguidores sobre la figura del técnico más ganador de la historia del club.

Mientras Simeone o Luis Suárez llaman a la "unión", no es una discusión nueva, siempre latente en la grada en los últimos años. Ya ocurrió en 2019-20. Pero sí es más intensa. La crisis actual del equipo lo enfoca. Él es el líder indudable del equipo durante la última década. En los últimos ocho títulos, en los últimos 556 partidos, en los últimos 328 triunfos... Y ahora en su momento más difícil en diez años, cuando las derrotas lo presionan y lo responsabilizan, aunque también existan montones de matices en el terreno de juego, en el nivel individual y colectivo de sus jugadores, en los errores insistentes que transforman cada centro lateral en un suplicio, cada salida de balón en un jeroglífico y casi cada proposición ofensiva en una secuencia lenta y sin destino.

"Creo en mis jugadores y buscaremos todas las maneras que conocemos para enderezar esta situación", proclamó el pasado miércoles el técnico, que recupera a sus dos centrales de más nivel y confianza: Stefan Savic y José María Giménez. No disponía de los dos a la vez desde hace diez partidos, desde el 1-4 al Cádiz del pasado 28 de noviembre, hace un mes y 23 días, justo antes de empezar la secuencia de cuatro derrotas consecutivas en la Liga.

Los dos serán titulares. Igual que Luis Suárez, confirmado en la alineación de este sábado por Simeone, tras dos suplencias consecutivas. "El 90 por ciento" del equipo estará formado por futbolistas que hicieron campeón al Atlético el pasado mes de mayo, según enfatizó el técnico. Eso supone que Rodrigo de Paul también formará de inicio en el equipo, puesto que Antoine Griezmann está de baja por lesión, como Marcos Llorente y Geoffrey Kondogbia; Benjamin Lecomte es el portero suplente y Matheus Cunha apunta al banquillo.

El portero Jan Oblak; los laterales Sime Vrsaljko y Renan Lodi (o Mario Hermoso, con la opción de jugar con la estructura de cinco atrás); los centrocampistas Koke Resurrección, Thomas Lemar y Yannick Carrasco, además del citado De Paul, y el delantero Joao Félix, junto a Luis Suárez, completan el once probable del Atlético, que ha perdido seis de sus últimos diez encuentros oficiales; ha recibido al menos un gol en doce de sus últimos quince partidos, y, en concreto en la Liga, ha logrado sólo un 55 por ciento de los puntos disputados (33 de 60) en su peores primeras veinte jornadas de la era Simeone. De los últimos dieciséis, nada más sumó cuatro.

Aún es cuarto en la clasificación, a 16 puntos de la cima que lo perteneció durante casi toda la campaña pasada. La tercera posición del Betis está a cuatro puntos. Y su ventaja sobre el quinto es inexistente. Lo persigue a su altura la Real Sociedad. Un escalón y un punto más abajo está el Barcelona. Y a dos, el Rayo. Una derrota o un empate este sábado ponen en riesgo su actual posición, que el club remarca siempre como indispensable.

- Alineaciones probables:

Atlético de Madrid: Oblak; Vrsaljko, Savic, Giménez, Lodi; Lemar, De Paul, Koke, Carrasco; Joao Félix o Correa y Luis Suárez.

Valencia CF: Jaume Doménech, Thierry Correia, Diakhaby, Alderete, Lato, Foulquier, Hugo Guillamón, Carlos Soler, Hélder Costa, Guedes y Hugo Duro.

Árbitro: Díaz de Mera Escuderos (C. Castilla-La Mancha).

Estadio: Wanda Metropolitano.

Hora: 21.00 (Desde las 20 horas en El Matx de 99.9 Plaza Radio).