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diseñó la reforma de la casa del presidente de la FEF

Una arquitecta demanda a Rubiales e insinúa que quería pagarle con dinero de los futbolistas

24/07/2018 - 

VALÈNCIA. El presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) y expresidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Luis Rubiales, comienza a acumular causas en los juzgados que van desde la presunta administración desleal en la AFE, pasando por el hecho de ser un supuesto moroso, hasta una denuncia por agresión en plena plaza del Ayuntamiento de València

Aunque la madeja de hilo judicial de Rubiales tiene una punta, y ésta es la faraónica obra que en agosto del año 2015 comenzó en su casa de València. Una reforma que costó 128.499 euros y que, según una demanda a la que ha tenido acceso Valencia Plaza, no solo no habría pagado sino que habría intentado abonar con dinero de la AFE. Esto último ha llevado a Miguel Ángel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores y excandidato a la presidencia de la RFEF, a presentar una denuncia contra Rubiales que se investiga en un juzgado de València.

Pero volviendo a la punta de la madeja, explica la demanda que Rubiales era vecino y ‘amigo’ de la pareja a la que le pidió la reforma y en un principio, agosto de 2015, les dijo que la obra corría prisa porque quería trasladarse a vivir a su nueva casa en enero de 2016. Sus vecinos, y supuestos amigos, comenzaron con la reforma pero en septiembre, al no haber recibido ni un céntimo, se reunieron en el mercado de Colón con él.

En dicha reunión, siempre según la versión de la demandante, la pareja se comprometió a comenzar la obra "pese a no haber recibido cantidad alguna a cuenta", y es en esa reunión cuando Rubiales "habla por primera vez de un posible proyecto para la AFE, manifestándoles que había pensado en ellos para hacerse cargo del proyecto". Así, la pareja comienza las obras y supuestamente adelantan ellos el dinero a los proveedores puesto que el exfutbolista no paga un céntimo. En la demanda se explica que Rubiales, al ser preguntado por el tema económico, "aduce cuestiones familiares, problemas con los bancos y Hacienda entre otros" para no pagar. De hecho, en octubre Rubiales vuelve a decir que no podía adelantar dinero, pero "que no iba a ser un problema y que lo iba a resolver".

Fue a finales de ese mes que los demandantes mantuvieron diversas reuniones sobre el proyecto de la AFE, "indicándoles Luis Rubiales el importe aproximado de los honorarios que debían presupuestar para que fueran aceptados por la junta de la AFE". Y tras esas reuniones, los demandantes comenzaron a trabajar en ambos proyectos, la reforma de la casa de Rubiales y el de la AFE, según el escrito de la arquitecta.

Un mes más tarde, el director económico de la AFE, Ignacio Chinarro, se puso en contacto con ellos para trazar diversas líneas de proyecto y, a principio de diciembre, les pidió que redujeran los "honorarios de la primera fase de 29.050 euros a 26.975", a lo que no se opusieron. 

Fue entonces cuando las relaciones entre la arquitecta y Rubiales comenzaron a irse a pique. La demanda cuenta como se habían encargado de "la gestión, compra y recepción de elementos de decoración, útiles básicos de la vivienda, incluso colocación de los enseres personales como el cepillo del pelo" y, por ello, le explicaron a Rubiales "que esta situación no podía prolongarse más y que los honorarios eran totalmente insuficientes para remunerar todo el trabajo, habiendo abonado ellos más de 100.000 euros".

La AFE

Tras el encontronazo por la supuesta morosidad de Rubiales es cuando entra en juego el dinero de la AFE. Dicen los demandantes que éste "abusó de la confianza que tenía con ellos, ensalzando todo el trabajo que estaban haciendo para evitar pagar todo lo que debía y tratando de mezclar los dos proyectos (la casa y la AFE), cuando los demandantes siempre le insistieron en que se debían de tratar de forma separada, ya que la reforma de su casa nada tenía que ver con el ‘proyecto’ que les había encomendado la AFE. Si bien, el interlocutor en ambos casos era la misma persona, el señor Rubiales".

Finalmente, cuando recibieron la transferencia de la AFE por la primera fase del proyecto de la Casa del Futbolista, los demandantes solo habían cobrado 7.000 euros de Rubiales por la reforma de la casa. De hecho, cuando la AFE ingresó 28.593 euros, Luis Rubiales también transfirió 3.000 euros para, según los demandantes, "tratar de confundirlos y pretender que estos aceptaran el dinero procedente de la AFE en pago de los trabajos que se estaban realizando en su domicilio particular".

A finales de enero, la arquitecta fue a Alicante a unas sesiones de la AFE para futbolistas sin equipo en Alicante. El objetivo era estudiar las necesidades de éstos y del cuerpo técnico para poder desarrollar el proyecto. Sin embargo algo se torció. Rubiales no solo seguía sin abonar la deuda de su casa, sino que comenzó a poner problemas al proyecto de la AFE porque "le afectaría a su imagen pública que los mismos técnicos firmaran ambos proyectos" (su casa y el de la AFE), porque según les explicó "estaban yendo a por él".

Respuesta de Rubiales

En su respuesta a la demanda, el presidente de la Federación Española de Fútbol afirma que "nada tiene que ver la ejecución de la reforma con las conversaciones que pudieron existir en relación al proyecto de la AFE". Y en referencia a la demanda por no haber abonado la reforma de su casa, explica en un escrito presentado al juzgado que "por la confianza existente" no hay contrato ni presupuesto y que, los cuatro pagos, de 50.000, 27.000, 20.000 y 23.000 euros, "se realizaron en efectivo".

Es más, según su escrito solo se ingresaron por transferencia los 7.000 euros que la arquitecta asegura que es lo único que ha cobrado del presidente de la federación.

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