VALÈNCIA. En medio del mejor momento de la temporada, aparece La Copa. Ese torneo que ha dado tantas alegrías al valencianismo y lo ínfimamente positivo que se podrá recordar en un futuro de la aciaga era Lim.
La Copa emerge en medio de las sonrisas de unos niños que junto a su entrenador sujetan una entidad que no es un polvorín constante porque plantilla y técnico -ellos y nadie más- están provocando que la bolita entre.
Justo por eso, aparece la diferencja abismal entre el partido de Copa en Mestalla de la temporada pasada y de la actual. El de la anterior campaña fue la última oportunidad que Mestalla le dio a plantilla y técnico antes de explotar todo por los aires. El de hoy, es un reclamo para acudir al estadio para disfrutar del descaro, la juventud, la nobleza y la honestidad de entrenador y jugadores.
Con cierto aire de nostalgia cada vez que la figura de Benítez aparece en el horizonte, y las ganas de mostrar el apoyo incondicional a los chavales que están sacando de manera brillante el carro del fango se presenta ambientalmente este Valencia-Celta de octavos de final de Copa del Rey.
En lo deportivo está por ver cuántas rotaciones introducirá Baraja con respecto al once que aplastó al Cádiz en Mirandilla y si Yaremchuk está en condiciones de ser o no de la partida una vez superados el proceso gripal que le alejó del último partido.
Por lo demás, el once no parece que vaya a distar mucho del compuesto por Jaume bajo palos, con Thierry, Mosquera, Gabriel o Cenk y Jesús Vázquez; Guillamón y Pepelu estarían en el doble pivote con Fran a la derecha, Canós a la izquierda y Diego López o Yaremchuk y Hugo Duro arriba.
El Celta de Rafa Benítez, un ídolo en Mestalla tras conducir al equipo a dos títulos de la Liga a principios de este siglo XXI, visitó al Valencia hace seis semanas en un disputado encuentro que acabó con el 0-0 inicial y pocas ocasiones.
Cinco temporadas después, el Celta regresa a los octavos de final de la Copa del Rey, una competición que ilusiona al celtismo pero que, en estos momentos, no es una prioridad para el técnico Rafa Benítez, obsesionado con finalizar la “maratón” de 42 partidos y celebrar la permanencia en LaLiga una vez cruzada la línea de meta.
La delicada situación en la clasificación liguera, pese a sumar cuatro de los últimos seis puntos en juego, obligará al técnico madrileño a realizar rotaciones en su vuelta a Mestalla. El Celta solo tiene dos puntos de ventaja sobre la zona de descenso, y el sábado visita Balaídos una Real Sociedad en crisis tras encadenar cuatro jornadas sin ganar y caer en el derbi de San Mamés.
La Copa es la competición de la reivindicación para el griego Tasos Douvikas, a quien Benítez sigue cerrando la puerta de la titularidad en Liga pese a su buen promedio goleador. La dupla Aspas-Larsen es inamovible para el entrenador del Celta, que recuperó en Son Moix la línea de cinco defensas que ya había utilizado en siete de las ocho primeras jornadas.
El técnico confirmó que Iván Villar será titular, y dejó entrever que dará descanso al brasileño Jailson tras jugar los últimos dos como titular. Carl Starfelt y Ristic, recuperados de sus lesiones, apuntan al once en la línea defensiva.
- Alineaciones probables:
Valencia CF: Jaume Doménech; Correia, Mosquera, Yarek o Cenk, Jesús Vázquez; Fran Pérez, Pepelu, Javi Guerra o Guillamón, Canós; Diego López, Hugo Duro.
Celta de Vigo: Iván Villar; Kevin Vázquez, Starfelt, Unai Núñez, Ristic; Miguel Rodríguez, Fran Beltrán, Tapia, Swedberg; Douvikas, Larsen.
Árbitros: De Burgos Bengoetxa (colegio vasco)
Estadio: Mestalla
Hora: 20 horas.