Una manija controvertida

VALÈNCIA. Dani Parejo se encuentra de nuevo en el centro del huracán. Nunca por voluntad propia, eso hay que aclararlo, pero lo bien cierto es que una gran parte de las críticas del mal inicio de temporada del Valencia CF se centran en la figura de su capitán.

Es evidente que Parejo no ha comenzado a un buen nivel la temporada y eso lo acusa el equipo. Si a ello le sumamos la tormentosa relación de amor-odio con la grada de Mestalla, no es difícil convenir que el capitán vive momentos complicados.

A su favor, está el factor de su resistencia. Parejo fue uno de los futbolistas que más partidos jugó la temporada pasada. Jugo los ocho partidos de Copa, 34 de liga y uno con la selección española. Es decir, sólo descansó por cumplir ciclo de amonestaciones. Fue uno de los futbolistas que no rotó.

Y entre otras cosas no descansó por la fé ciega que Marcelino deposita en él, como volvió a quedar demostrado en la rueda de prensa tras la debacle ante la Juventus "estando a su nivel, Dani nos hace mucho mejor equipo", dijo el técnico, que, además, añadió: "Creo que Parejo a su mejor nivel no tiene sustituto en esta plantilla". Incluso llegó a ningunear la candidatura de Carlos Soler a ocupar ese lugar: "No me valen 30 minutos. Ha jugado tres partidos de pivote y en unos ha tenido un rendimiento bueno y en otros regular". Por tanto, quienes esperen una "destitución" de Parejo en detrimento de Carlos Soler, pueden ir abandonando esa idea. Parejo para Marcelino parece casi intocable.

Pese a ello, gana enteros en las preferencias de una buena parte de la afición Carlos Soler. El valenciano fue de lo poco salvable del equipo en la segunda parte en la Champions. Además cuenta con el favor del público. No es la primera vez que Parejo lidia con el toro de la grada...

También le escogió Nuno como capitán en la segunda temporada (con renovación de contrato al alza incluida) y también tuvo que escuchar casi de todo. El propio futbolista reconoció ese verano en una entrevista radiofónica al programa 90 Minuts que "sé que mi manera de jugar desespera a veces en la grada, pero yo concibo así el fútbol. Yo no veo el peligro donde lo ven otros. No voy a variar mi manera de jugar". Aquel año todo fue a peor e incluso Gary Neville le quitó la capitanía tras un episodio subido de tono por parte del entrenador en el descanso de un Valencia-Rayo Vallecano.

El carácter es el otro gran caballo de batalla. A Parejo siempre se le ha recriminado su manera de jugar. Pausada y para muchos aficionados lenta. Sin embargo las estadísticas dicen que es uno de los futbolistas que más kilómetros realiza por partido. Y cierto es que todos los entrenadores que han pasado por Valencia en los últimos 4 años reconocen que los dos futbolistas que mejor entrenan son Parejo y Rodrigo.

Así que si no entra la pelota, parece que tenemos polémica para rato. Causa de todos los males según sus detractores, e insustituible según Marcelino, está claro que hay Parejo para rato. Y que es una manija controvertida, de eso no cabe duda.