El cuadro valencianista tiene ante sí la asignatura de empezar a recuperar el crédito perdido en el nefasto 2016. Tras la derrota en Las Palmas, el combinado de Mestalla está en la obligación de, ante su público, dejar claro que lo del pasado lunes fue un traspiés
VALENCIA. El Valencia CF regresa este sábado a Mestalla para medirse ante el Eibar tras más de quince días de ausencia de fútbol en el estadio valencianista. Los caprichos del calendario han dejado a los valencianistas con dos encuentros consecutivos fuera de casa con lo que el equipo de Voro se reencontrará con su afición tras la última victoria ante el Espanyol en el estadio valencianista.
La derrota en Las Palmas el pasado lunes ha vuelto a enrarecer el ambiente que se había tranquilizado tras las dos victorias consecutivas ante Espanyol y Villarreal, que ahuyentaron los fantasmas del descenso casi de manera definitiva pero que tras la derrota han llevado a la afición a volver a desconfiar del equipo.
Y es que gran parte de los seguidores consideran que espera una segunda vuelta conformista, como sucedió en el tramo final de la pasada campaña, cuando se consiguieron tres victorias consecutivas -Sevilla, Barcelona y Eibar- que salvaron al equipo y tras esto todo fueron derrotas con una gran sensación de desidia por parte de todos los jugadores que indignó a la afición.
Por tanto este sábado el Valencia CF tiene una nueva oportunidad de convencer a su afición que lo sucedido ante Las Palmas fue un traspiés en el camino ascendente del equipo y que lo que espera en esta segunda vuelta es un equipo como el que se vio en Villarreal, capaz de competir contra cualquier equipo con intensidad y firmeza.
Los futbolistas tienen todavía una segunda vuelta prácticamente entera para demostrarle a sus aficionados que se puede confiar en ellos y que esta segunda parte de la temporada no va a ser de dejarse llevar en el camino, conscientes de que el riesgo del descenso está alejado, y se luchará hasta final de campeonato por quedar lo más arriba posible.
Este es un reto también para Voro, que debe demostrar si es capaz de dirigir a un grupo durante un largo período y conseguir que todos estén enchufados hasta el final o si por el contrario solo 'sirve de apagafuegos' durante unas semanas, en las que salvó al equipo del peligro inminente con el que empezó el 2017.
En el aspecto puramente deportivo, el encuentro servirá para ver en acción a los dos fichajes valencianistas en este mercado invernal. Pese a que Zaza ya ha debutado, ante el Eibar será su estreno en Mestalla y, todo apunta, a que lo hará desde el once inicial.
Las bajas de Nani y Munir condicionan el ataque valencianista y eso hará que Voro dé entrada al ariete italiano que desplazará al 'goleador' Santi Mina a la izquierda, dejando a Cancelo en banda derecha, un sitio idóneo para él y donde es capaz de ser mucho más peligroso que desde el lateral.
Algo más tendrá que esperar Orellana, que partirá de inicio desde el banquillo. El chileno apenas ha completado dos entrenamientos con el equipo y además lleva sin competir desde el pasado mes de diciembre con lo que Voro, en principio, le dará minutos en la segunda mitad del encuentro.
El resto del once, una vez confirmada la ausencia de Enzo Pérez parece claro. Voro recuperará a Montoya en el lateral derecho para formar con la zaga que espera asentar en el resto de temporada, con Garay, Mangala y Gayà, mientras que Mario Suárez y Medrán cubrirán las ausencias del centrocampista argentino y Dani Parejo.
El Valencia se reencuentra con su afición tras la victoria ante el Eibar y tiene ante sí la ocasión de demostrar que todavía queda una larga segunda vuelta con muchas cosas que decir. De lo contrario la campaña puede hacerse muy larga hasta el mes de mayo.