Una reestructuración completa

VALÈNCIA. El nuevo horizonte que se abre en el Levante es una ensalada de incógnitas. Entre el silencio del club para con trabajadores y público respecto al nuevo escenario tras el no ascenso, la dirección deportiva trata de avanzar, en lo deportivo, para que el debilitamiento de la plantilla sea amortiguado por la ingeniería financiera y las nuevas caras, con experiencia en la categoría, que apuntalen el nuevo roster de Javi Calleja. Una plantilla que, a todas luces, será sometida a una completa reestructuración de figuras. Todas las demarcaciones del Levante 23/24 tendrán nuevos líderes excepto, por lo que hasta ahora ha trascendido, bajo los palos.

Pese a que Dani Cárdenas podría ser uno de los futbolistas que reúna ofertas de la élite, la portería es la única posición que, ahora mismo, tiene dos hombres que podrían continuar el próximo curso siempre que haya ventas interesantes en otras parcelas. En defensa, las alas también están en principio cubiertas, aunque precisamente Pubill es ser uno de los puntales con ojos de la élite del fútbol nacional en el cogote. Junto a él, Son, y Álex Muñoz con Saracchi en el flanco zurdo, tienen contrato. 

Es más, en el lateral izquierdo Calleja se va encontrar un overbooking sobre el que habrá de decidir: Toni Herrero regresa de su exitoso préstamo en Urritxe -el Amorebieta ha logrado el ascenso a Segunda con protagonismo del lateral valenciano- y Franquesa volverá el 8 de julio tras un paso titubeante en Butarque. En total, cuatro laterales izquierdos entre los que, como mínimo, saldrá uno y no será Álex Muñoz, salvo sorpresa.

En el resto de ubicaciones, Felipe Miñambres tiene que repensar el proyecto. En la zaga solo tiene ahora mismo un hombre, Vezo, que además es una de las piezas en la eterna rampa de salida y que ya quiso marchar el pasado verano. Pier, Postigo y Mustafi -aunque Muñoz puede actuar en esta parcela- concluyen contrato la semana que viene y están pendientes de movimientos del club.

El centro del campo tiene futbolistas que interesan en Primera. No solo Pepelu, sino también un Pablo Martínez que, aunque iniciará la temporada todavía encarando la recta final de su recuperación, causó furor en La Liga, donde varios clubes centran parte de sus estrategias de mercado en el rastreo de la categoría de plata. Sin Campaña ni Montiel, no quedan más centrocampistas. Iborra podría regresar, pero tal y como informó este diario habría de hacerlo renunciando a buena parte de su salario en Villarreal y con la carte de libertad -al moncadense le resta un año en el Submarino-; y Giorgi, que ayer acabó la temporada con el Castellón, acumula papaletas para militar la próxima temporada a las órdenes de Calleja. 

Y el frente de ataque es el gran debe. Solo con Bouldini como ariete, será la gran demarcación donde la dirección deportiva tendrá que acertar con pocos recursos tras un curso especialmente marcado por la preocupante falta de gol. De Frutos no seguirá a pesar de que Miñambres aseguraba, antes de consumar el no ascenso, que sobre su mesa iba a aparecer una oferta de renovación independientemente de la categoría. Cantero, cuyo entorno apretó en el mercado de invierno por su falta de minutos, perdió protagonismo del todo en el tramo crucial. Y Brugui, con ficha asumible y tocado por la varita en los seis encuentros que pudo disputar tras su lesión, apunta a ser la gran baza.