VALÈNCIA (EFE). El Valencia Basket buscará este miércoles ante el Barcelona, en la jornada 23 de la Euroliga, un triunfo que le aclare el camino hacia los 'playoffs' de la competición, un logro que le permitiría volver a disputar el torneo la próxima campaña y que ha pasado de ser visto como imposible a estar al alcance de su mano.
El equipo valenciano es séptimo con 11 triunfo, tres menos que el Maccabi, dos menos de los que tiene el Panathiniakos, que le precede en la clasificación y al que derrotó el pasado viernes, los mismos que el Armani Milan, uno más que el Fenerbahce y y dos más que los que tiene el Estrella Roja el Olympiacos y el Khimki.
El enfrentamiento entre el Maccabi y el Khimki en Tel Aviv y el que disputarán en Belgrado el Estrella Roja y el Panathiniakos, le aseguran al Valencia que en caso de sumar una victoria, o bien se acercará a los de arriba y aumentarán así las plazas ‘en juego’ para los cruces o bien se separará de sus competidores y mejorarán sus opciones por las dos que parecen no estar asignados aún.
Más fácil parecen tenerlo el Milán, que recibe en su pista al Alba Berlin y el Fenerbahce que visita la cancha del Zenit St. Petersburg.
El Valencia afronta este choque tras haber completado un gran encuentro el viernes ante el Panathinaikos pero también tras haber firmado otro esforzado pero mediocre ante el RETAbet Bilbao Basket el domingo.
El choque de este miércoles será el cuarto que disputen ambos equipos esta campaña, después de que el Barça se haya llevado tres triunfos. Ganó en Madrid en la semifinales de la Supercopa ACB y repitió victoria dos veces en el Palau Blaugrana en la liga y en esta Euroliga. Eso sí, los tres se han resuelto por menos de seis puntos.
Para este encuentro, Jaume Ponsarnau no podrá contar ni con Sam Van Rossom ni con Jordan Loyd, dos bajas que merman mucho su línea exterior pero que son las únicas que tiene tras haberse reintegrado ya el pívot Mike Tobey en el equipo.