VALÈNCIA. El Valencia Basket abrirá este domingo las semifinales de la Liga Endesa que le enfrentan al Real Madrid y lo hará en un choque marcado en buena parte por su cansancio porque llegará apenas 42 horas después de haber acabado su tercer encuentro de los cuartos de final ante el TD Systems Baskonia.
Ese factor es el que más preocupa al cuerpo técnico de Jaume Ponsarnau porque esta campaña su equipo ha tenido muchos problemas en enlazar dos buenos partidos y resultados en partidos que se han jugado con 48 horas de diferencia, algo bastante habitual para los equipos de Euroliga.
A favor del equipo valenciano estará el refuerzo moral que debe haberle supuesto tanto la clasificación para su octava participación en semifinales en la última década, como su buena imagen en ese tercer y definitivo choque en la Fonteta tras la discreta que ofreció en el primero y la pésima que dio en el segundo.
También puede ser un factor que el técnico catalán dispondrá de sus catorce jugadores para afrontar el choque pero él mismo confirmó hace semanas que Josep Puerto y Vanja Marinkovic están fuera de la rotación y tampoco ha utilizado en cuartos a Jaime Pradilla y a Fernando San Emeterio por lo que la rotación real es de diez, algo que resta valor a este argumento.
Otro de los factores que refuerzas las expectativas del Valencia es su buen balance contra el Madrid esta campaña, puesto que le ha ganado tres de los cinco encuentros que han disputado y dos de los tres que han jugado en el Wizink Center, escenario del choque de este domingo y del tercero si hiciera falta un desempate, y que por primera vez en la temporada podrá contar con público.
El Valencia cuenta también con un arma que ha explotado recurrentemente en sus partidos contra el Madrid en los últimos años, que es la capacidad de sus ‘cincos’, Bojan Dubljevic y Mike Tobey, para sacar de la zona a Walter Tavares con sus tiros de tres puntos.
Además, la lesión de Nico Laprovittola mermará aún más a un rival que no puede contar con Sergio Llull, Alberto Abalde, Trey Thompkins, Antonhy Randolph y Felipe Reyes, que ha perdido durante la campaña a Facu Campazzo y Gabriel Deck y ha sumado a Vicent Poirier y a Alex Tyius.
Ese panorama de bajas debería ofrecer ventajas al Valencia en el puesto de base, en el que tiene muchos recursos con Sam Van Rossom, Guillem Vives y Martin Hermannsson, mientrtasque el Madrid solo puede contar con Carlos Alocén , el joven talento Juan Nuñez y podría reconvertir a Fabien Causeur.