VALÈNCIA. El Valencia Basket recibirá este sábado a un Barcelona que llega como campeón de la Copa del Rey y también en un gran momento de juego y ante el que tendrá que demostrar su capacidad de recuperación mental, tras su mala participación en el torneo copero y física, después el éxodo de jugadores para las 'ventanas FIBA'.
Esa situación, en la que once de los jugadores de la plantilla fueron convocados para partidos con sus selecciones (todos salvo Víctor Claver que acababa de salir de una lesión) ha dejado al equipo sin entrenar diez días y además ha supuesto la lesión del base Sam Van Rossom y los problemas físicos del también director de juego Martin Hermannsson, que será duda hasta el final.
La baja del belga (que estará al menos dos meses ausente) y la situación del islandés deja al macedonio Nenad Dimitrijevic como único base sano del conjunto valenciano, algo que marcará la rotación de Joan Peñarroya para este encuentro. Habrá que ver en el caso de que no pueda jugar Hermannsson si el técnico echa mano del canterano Guillem Ferrando o si reconvierte a algún exterior.
El Valencia retoma la Liga tras haber perdido en su último encuentro en la pista del Río Breogán pero después de haber logrado encaramarse a la parte alta de la clasificación.
Ahora mismo es cuarto a dos victorias del Baxi Manresa, que es tercero pero que tiene dos partidos más. Por detrás, tanto el Lenovo Tenerife como el Joventut, están con once triunfos por lo que le podrían alcanzarle en caso de derrota.
En el encuentro que disputaron ambos equipos en la primera vuelta en el Palau Blaugrana, el Valencia rompió la imbatibilidad del Barcelona en la liga y dio la sorpresa al derrotarle a pesar de que lo afrontó con muchas bajas y en el que Xabi López-Arostegui y el cubano Jasiel Rivero le lideraron en el tramo final del choque.