VALENCIA. Valencia Basket y Valencia Mestalla regalaron un domingo de emociones y alegría a los aficionados al deporte valenciano, principalmente a los seguidores del club taronja y a los sufridores valencianistas. El conjunto de Pedro Martínez se llevó una victoria épica en Madrid ante el que dicen es la mejor plantilla de baloncesto de Europa, con un partido completísimo desde el inicio y el filial blanquinegro que entrena Curro Torres consiguó hacer buena la victoria lograda en Mestalla ante el Murcia en casa de los murcianos sufriendo mucho hasta el último segundo.
En Madrid Valencia Basket tenía la complicada tarea de igualar la serie contra un Real Madrid que buscaba dejar la serie sentenciada con un 2-0 que hubiera sido muy complicado de levantar en la Fonteta. Pedro Martínez, que ha sido muy criticado en en las últimas semanas por las derrotas en las finales y partidos trascendentales, concienció a su equipo para competir de principio a final y ganó.
Los valencianos fueron casi siempre por delante y supieron aguantar las acometidas madridistas, que sobre todo en el tercer cuarto fueron intensas y que pusieron por delante a los madridistas después de muchos minutos de dominio taronja. Valencia Basket puede ganar la final si Bojan Dubljevic saca su mejor versión y en el WiZink Center la sacó. El montenegrino estuvo imparable en la pintura y sus 20 puntos fueron decisivos igual que lo fueron sus 9 rebotes, tres de ellos ofensivos.
Resaltar al pívot como el único artífice de la victoria valenciana en Madrid sería injusto en un club como Valencia Basket, que basa su fuerza en el equipo. Diot volvió a jugar a un gran nivel en la dirección y ya nota los minutos de rotación que le puede ofrecer el tocado Vives, San Emeterio está jugando unos playoffs que merecen título, y en Madrid volvió a ser decisivo , al igual que por fin ha aparecido la mejor versión del año del americano Will Thomas, pero en el equipo de Pedro Martínez todos aportan. Sato, Martínez, Sikma, Oriola, Sastre... Valencia Basket es un equipo. Un equipo que ha perdido dos finales por mala suerte pero que no quiere perder la tercera.
La tercera es casualmente la más importante de la historia para el club, porque ahora tendrá la oportunidad de decidir el título de la ACB en su cancha, ante su gente. La Fonteta será esta semana una caldera en ebullición en busca de la gloria, empujando para escribir el nombre del club en la historia de los campeones de la liga española. Los valientes nunca se rinden y Valencia Basket demostró que no ha llegado a la final para ser un comparsa. Ahora debe creérselo y hacer historia.
MURCIA SE RINDIÓ A UN FILIAL CON ANSÍA DE ASCENSO
El filial valencianista comenzó su particular final en la Nueva Condomina de Murcia cuando los de Pedro Martínez ya llevaban minutos de batalla en Madrid. El ambiente en el estadio de los pimentoneros fue muy hostil contra los valencianistas, también contra los de la grada que llevaban camisetas valencianistas, porque ellos necesitaban subir como fuera.
Sin embargo, los de Curro Torres salieron al césped con mucha tranquilidad y los primeros minutos que en teoría estaban destinados a que fueran de oleada murciana, fueron todo lo contrario. Con el paso de los minutos, el equipo se fue asentando y encontrando la senda de la portería de Simón y encontró sus ocasiones. Una buena cabalgada de Quim, que volvió a dar un clínic en el centro del campo, dejó solo a Eugeni ante el portero su remate lo adivinó el guardameta. Unos minutos después, el propio Eugeni, se inventó una parábola perfecta buscando la escuadra que el portero murciano envió a córner con una manopla espectacular. Los minutos caían y el Mestalla lejos de sufrir se iba encontrando más cómodo en el campo que los del valenciano Vicente Mir.
El descanso le sentó bien a los dos equipos pero en la reanudación el Murcia se vio obligado a forzar porque se le iba la eliminatoria. Ahí apareció el buen hacer de la defensa blanquinegra. Los centrales, Charlie y Zotko, con la ayuda del hombre que equilibra el filial Grego, estuvieron imperiales, al corte, por arriba, en el uno contra uno... Nacho Vidal y Lato pusieron el cerrojo y además se incorporaron bien al ataque. Ambos demostraron porque el club les ha dado rol de primer equipo para el próximo curso.
Arriba Rafa Mir tuvo la mejor ocasión del partido tras una buena asistencia de Eugeni pero su remate se fue desviado por poco. Nacho Gil trabajó sin descanso ayudando en defensa y rompiendo líneas con su desborde pero esta vez no pudo encontrar el camino del gol. Cuando el Murcia más apretaba, Curro Torres acertó de pleno con los cambios. Ariday le dio la chispa y calidad que el equipo necesitaba para salir de la cueva y fue un desahogo grande para el equipo porque aguantó mucho la pelota y generó peligro. Jordi Sánchez le dio descanso a Mir y su pelea incesante en ataque le sirvió al Mestalla para frenar el partido y ganar mucho cerca del área murciana porque tocó todo lo que le enviaron y Javi Jiménez porque ayudó a cerrar la muralla cuando el Murcia se fue a por el partido a tumba abierta.
Aún con los cambios, que el equipo mejoró mucho, no pudo llegar el gol de la tranquilidad pese a las ocasiones, de Mir, Jordi, Ariday, Nacho Gil, etc. Hubo que sufrir. Sivera sacó una mano espectacular a remate de cabeza de Curto y luego evitó el tanto de Saura con un paradón espectacular cuando la bola se colaba por el palo corto. El último susto fue un zambobazo desde la frontal de Elady que se estrelló en el larguero. Esa fue la última ocasión pimentonera y el ultimó sufrimiento valencianista.
El filial cerró el partido lejos de su área y convencido de que jugará la final para ascender a segunda con todo el merecimiento y con muchas opciones de ser equipo de la categoría de plata del fútbol español el próximo curso. El valencianismo ha encontrado a su filial al grupo de jugadores que le representan porque corren, pelean y dignifican el escudo. Principalmente porque hacen sentir orgulloso al valencianista de tener ese filial.
Valencia vivió un domingo de radio, de los antiguos, de emociones y alegrías que empiezan a ser extrañas en la ciudad porque por desgracia ya son muchos años sin metales de los gordos. La semana dictará sentencia en el basket y los de la Fontenta tienen la oportunidad de ganarle una liga al mejor equipo de las últimas décadas. El título sería histórico por eso, pero principalmente porque sería la primera Liga de la historia del club. El Mestalla peleará los dos próximos fines de semana por el ascenso sin complejos y con ambición para subir. Lo tienen en la mano. Los dos. La vida son sueños y ahora es el momento de hacerlos realidad.