VALÈNCIA. El Valencia CF cumple hoy 104 años de historia. La entidad civil más importante de la Comunitat Valenciana suma un año de vida en plenas fiestas josefinas inmersa en la peor crisis institucional de su historia.
Su 104 aniversario vuelve a llegar inmerso en la profunda preocupación de su masa social, harta y movilizada y con el también enternizado frente de batalla abierto, el del proyecto de finalización del Nou Mestalla.
La sociedad ha decidido romper lazos definitivamente con el empresario que adquirió el club en 2014 y cuyas actuaciones han dejado bien claro que sólo persiguen un rédito económico para su bolsillo personal por encima de cualquier otro resultado o perjuicio para la entidad. El club suma constantes frentes de desafección con su entorno. Los pocos puentes que quedaban entre la masa social del club y el actual accionista mayoritario quedaron hechos añicos tras el verano de 2019. Desde entonces las decisiones tomadas por Peter Lim llevan a un empequeñecimiento constante del club sin estructura deportiva adecuada, con la venta cada año de los mejores futbolistas y quedando en la zona intrascendente de la tabla clasificatoria.
Las promesas de cambios y nuevos vientos tras la destitución de Murthy (disfrazada de dimisión) duraron muy poco. Con el mismo equipo con el que el ex presidente gestionaba el día a día, Layhoon volvió a la presidencia calcando el mismo modelo puesto en marcha en 2015 que sumió al club en la crisis -hasta aquel momento- más profunda de su historia.
Plataformas como Libertad VCF no han bajado los brazos y ha movilizado a la afición a dejarle claro a los dirigentes del club que están aquí presentes que no se les quiere y que han de marcharse. Son personas non gratas para el valencianismo. si la temporada pasada hubo que esperar a finales de mayo en el último partido de la temporada para ver a la afición movilizada y fuera de Mestalla, este año ya se produjeron concentraciones masivas desde el 11 de febrero.
El descrédito de los dirigentes del club es absoluto a todos los niveles como se pudo comprobar en la dureza de las preguntas a las que tuvieron que hacer frente Layhoon, Míguel Ángel Corona y Javier Solís el 1 de febrero. La credibilidad de los dirigentes de la entidad es absolutamente inexistente.
Ni siquiera la aparición a bombo y platillo del hijo de Peter Lim (Kiat) en escena ha convencido a una afición en pie de guerra contra sus dirigentes. Las palabras de proximidad y cercanía con el valencianismo del hijo del máximo accionista se las llevó el viento ya que nada se ha vuelto a saber de él. Los únicos cercanos a a la afición son los guardias de seguridad de la empresa contratada por el club en Mestalla cada vez que alguien pretende introducir cualquier distintivo de protesta con el propietario. Igual era esa la cercanía a la que se referían...
Las movilizaciones van a continuar contra la gestión del máximo accionista, aunque la delicada situación en liga haya dado una mínima tregua para conseguir el objetivo máximo de la salvación de categoría. Todo parece la calma que precede a la gran tempestad cuando el resultado deportivo (salvación o descenso) sea ya una realidad definitiva.
Mientras Lim sigue haciendo y deshaciendo junto con Jorge Mendes y los futbolistas siguen entrando y saliendo del Valencia (1.000 milones en traspasos han movido desde que llegaron al club), la economía del Valencia CF cada año es peor.
"Acudimos a entidades de crédito porque los bancos ya no nos prestan dinero debido a nuestro historial" es la dura frase con la que la directora financiera del club Inma Ibáñez explicaba el porqué el club recurre una y otra vez a los pagarés para hacer frente al pago de las fichas de las plantillas. Mientras tanto Layhoon echaba balones fuera y le endosaba el problema de la deuda del club al Covid y a la administración de anteriores gestores. Sin embargo, los números son implacables y el club registró este verano las mayores pérdidas desde la llegada de Lim: 45.8 millones de euros. Esto ha vuelto a obligar al máximo accionista a hacer una ampliación de capital que canjeará por acciones con lo cual Lim es cada vez más propietario y el Valencia CF es cada vez más pobre.
Mientras diversas plataformas intentan buscarle las cosquillas a nivel judicial al club, la realidad es que ahora han salido siempre indemnes de las diferentes demandas que se leas han colocado. Tanto las de Libertad VCF como los constantes intentos de Zorío y la demanda presentada por el letrado Jaime Navarro en nombre de varios socios ni han rozado a los actuales propietarios del club de Mestalla.
Para el día 29 de marzo está fijada la siguiente cita en los tribunales por la venta del club aunque ahí son Amadeo Salvo y Aurelio Martínez los que trendrán que comparecer ante el juzgado para dar explicaciones de cómo se produjo la venta del Valencia CF a Peter Lim .
Mientras tanto, el club tampoco le hace ascos a judicializar el día a día del club, y a la demanda que tiene abierta contra la RFEF por estimar injusto el caché que se le adjudicó por su participación en la Supercopa del 2020, se suma desde este verano la amenaza de llevar ante los tribunales a la Generalitat: "No queremos judicializar el proceso, queremos ir de la mano de la Administración. Queremos buscar acuerdos para hacer un proyecto con todas las partes implicadas. Si no hay acuerdo y se da por caducada la ATE el club defenderá sus intereses porque nos parecería una medida injustificada", aseguró Sean Bai en el pasado mes de junio.
Mientras el club proclama a los 4 vientos su idea de retormar las obras del Nou Mestalla y carga contra los políticos, la realidad es que pasan los días y nada cambia.
El Nou Mestalla se ha convertido en un saco de acusaciones cruzadas desde el club hacia las administraciones (fundamentalmente hacia Sandra Gómez y Borja Sanjuán), y viceversa. Layhoon llegó este verano para -en principio- desenmarañar esta situación y en cada rueda de prensa ha echado más leña al fuego. "No entiendo porqué no se prorroga la ATE" (8 de julio de 2022), "Creo que es un paso atrás pero estoy confiada y soy positiva, creo que vamos a solucionar las cosas. El proyecto es muy relevante para la ciudad. No sé cual es el problema, estoy algo confundida pero estoy confiada"(29 de julio tras reunirse con las autoridades), “Nos dijeron que se proveería un nuevo convenio, bajo las mismas condiciones; si se cumplían, mantendríamos los beneficios de la ATE. Tras 4 meses, seguimos esperando a recibir el contenido del convenio” (12 de enero de 2023, tras la junta de Accionistas). Todo ello ha provocado las consiguientes respuestas desde el Ayuntamiento por parte de Sandra Gómez, de Borja Sanjuán y en menor medida del alcalde Ribó que unos días parece mas comprensivo con Meriton, y otros parece más alejado.
Los dos últimos caballos de bastalla son un posible fondo inversor intreresado en el terciario del Nou Mestalla, que no puede ser liberado (en sus licencias de construcción) hasta que no se llegue a un acuerdo para construir el pabellón de Benicalap del cual el club se niega a abonar el IVA y el incremento del precio de los materiales de construcción. Esto produjo un roce provocado por unas declaraciones de Borja Sanjuán al programa "90 Minuts" de 99.9 Plaza Radio, dado que la inacción sobre el Nou Mestalla también deja en el aire la candidatura de Valencia al posible Mundial de 2030. Si ello pudiera ser aprovechado por el club para presionar a los políticos fue contestado por Sanjuán con un: Si plantean el Mundial como una especie de chantaje tendrán la misma respuesta que con otros chantajes que han planteado". Antes de 24 horas, el director corporativo de la entidad, Javier Solís contestaba de manera rotunda estas declaraciones: "Estamos ante una salida de tono totalmente irresponsable e infundada. ¿Dónde está el “chantaje”? ¿En qué reunión, en qué documento o en qué conversación el Valencia CF planteó el Mundial como un chantaje? Este tipo de afirmaciones son muy serias. ¿Borja Sanjuán está haciendo esas acusaciones en nombre del Ayuntamiento o es su opinión personal? Eso es ver fantasmas donde no los hay. No todo vale".
Mientras tanto, el "buñuelo" de cemento de la Avenida de las Cortes Valencianas sigue acumulando polvo.
Si social y económicamente el patio anda revuelto, a nivel deportivo el equipo es un drama. El entrenador ungido por Peter Lim y que llegó de la mano de Jorge Mendes, Gennaro Gattuso pasó de la comunión total y defensa del patrón a marcharse harto de incumpliientos al ver que no le iban a traer refuerzos en el mercado invernal. Previamente el entrenador italiano ya había dado muestras de tocar todos los palos e ir perdido a y a la deriva cuando el equipo comenzó a cosechar los malos resultados.
Del 4-3-3 inamovible y la idea de juego combinativo sacando la pelota desde atrás jugado se pasó en los últimos partidos al juego directo sin elaboración, al 4-4-2 al 5-4-1 y todo tipo de ideas a la desesperada que le hicieron perder la confianza del vestuario.
El club perdió 3 semanas nombrando de manera precipitada a un Voro que dejó bien claro en sus ruedas de prensa que no se encontraba nada a gusto en el cargo. El elegido fue Baraja, aunque fuera un descarte del resto de opciones más que una opción.
A todo esto, el supuesto responsable de la parcela técnica -recordemos que llegó a ella por recomendación de Gattuso tras las negativas este verano de Leonardo de Araujo y de Ramón Planes- cuando el club se pasó todo el verano asegurando que se buscaba un director técnico, Míguel Ángel Corona, es un juguete roto sin ninguna credibilidad. Sus pocas apariciones públicas le han puesto en la picota con frases tan desafortunadas como la de la "armonía preciosa" refiriéndose al trabajo con un Gattuso cuya relación no acabó de la mejor manera posible, con alusiones a que el debate del 6 estaba superado cuando se buscó un mediocentro durante todo el mercado invernal o que no se reforzó el equipo en el mercado de enero porque no encontraron jugadores que mejoraran la plantilla (en puestos de descenso).
No se atisba cambio de rumbo o dirección materia deportiva ya que la propia Layhoon dijo en la rueda de prensa del 12 de diciembre -refiriéndose a la línea de inversión deportiva- que: "No estoy de acuerdo en que una plantilla de bajo coste no pueda dar resultados deportivos. No solo se consigue con dinero".
Son 104 años de vida pese a los últimos 8 de Peter Lim y de Meriton. Mientras tanto, el valencianismo de a pie sueña con un futuro en el que Peter Lim y Meriton Holdings sólo sean un mal recuerdo del pasado.