VALENCIA. El belga Jonas Van Genechten (IAM) se estrenó en una prueba grande al imponer su poderío al esprint en la séptima etapa que llevó al pelotón entre Maceda y Puebla de Sanabria a través de 158,5 kilómetros, en la que el colombiano Darwin Atapuma (BMC) mantuvo el jersey de líder y Alberto Contador cayó en la recta de meta.
Gloria para el anónimo Van Genechten, un corredor de 29 años que encontró por fin el premio que le arrebató en dos ocasiones su compatriota Meersman. Hombre previsor, pues se molestó en conocer la llegada por internet, y descubrió el perfil ascendente.
"La cosa se pone fea, tengo un golpe fuerte en el codo, cadera y pierna izquierda. Me duele bastante", dijo en caliente el ciclista madrileño, aún en la línea de mala suerte que le obligó a abandonar el Tour de Francia. El infortunio no abandona al líder del Tinkoff.
Se salvó del percance Van Genechten, que ganó la partida al italiano Daniele Bennati (Tinkoff), animado por Contador para meterse en la "volata", y al español Alejandro Valverde (Movistar). El murciano, lanzado por Rojas, rebañó 4 segundos de bonificación que le permite seguir segundo en la general a 24 segundos de Atapuma.
Los favoritos, en la víspera de la montaña del norte, guardaron sus posiciones y conservaron el chásis, menos Contador. El británico Chris Froome se encuentra a 32 segundos y los colombianos Esteban Chaves y Nairo Quintana a 38.
Otro recorrido rompepiernas por carreteras de sube y baja constante y calor para despedir Galicia desde Maceda, a los pies de la Sierra de San Mamed y saludar las tierras zamoranas en la bella Puebla de Sanabria.
El guión se cumplió de inicio con una escapada temprana. Enseguida saltaron Campenaerts (Lotto), Le Bon (Francaise), Armée (Soudal), Villella (Cannondale), Laengen (IAM) y Luis Ángel Maté (Cofidis), el "Lince de Marbella".
Tocó perseguir, como siempre, trabajo que el BMC del líder Darwuin Atapuma delegó amablemente en manos de los equipos interesados en pescar la etapa. Esta vez no tiró a bloque el Movistar. Lo hicieron el Etixx, Giant y Trek. Los hombres de Valverde y Quintana pensando en el tríptico montañoso del norte.
El sexteto coronó los puertos de Allariz y Fumaces (3a) con Maté al frente, pero no llegaron al siguiente y último del menú, el Alto de Padornelo (3a), a 18 de meta. Antes, el Astana metió gas para anular la aventura y poner su tren azul a dirigir las operaciones.
Valverde era de los que no se explicaban esa maniobra. "No sabíamos para que tiraban", dijo el murciano. pero lo entendió cuando Luis León Sánchez y Dario Cataldo causaron el corte de 5 hombres que coronaron el puerto y pusieron en jaque al pelotón.
Ambos se llevaron a rueda a Brambilla (Etixx), Clarke (Cannondale) y de nuevo Maté (Cofidis). Cuando parecía que iban a ser cazados, resistieron Luisle y Clarke con el pelotón a un puñado de segundos.
Emoción y final agónico. La pareja en cabeza claudicó a las puertas de la última curva, donde los velocistas ya asomaban. Ahí se fueron al suelo Contador y gran parte de sus opciones. Y sobrevivió Van Genechten, ajeno al accidente. El mejor en una subida ascendente que había conocido por internet. La tecnología, a veces, marca la diferencia. O la curiosidad por informarse.
Este sábado la octava etapa llevará al pelotón de Villalpando al Alto de La Camperona a través de 181,5 kilómetros.