VALÈNCIA. Tras la rueda de prensa de Quico Catalán el miércoles las cartas ya están totalmente boca arriba sobre la mesa por lo que respecta a la operación Pepelu.
El Levante es sabedor del interés del Valencia y de dos equipos más desde hace días tras una reunión entre Felipe Miñambres y los agentes del jugador en la que se trataron varios temas en los que esta agencia trabaja para el equipo granota.
Las palabras del presidente del Levante, visiblemente molesto con la salida a la luz publica del interés valencianista por el que consideran un jugador emblema de la casa azulgrana, fueron un órdago que obliga al Valencia a realizar un último empujón por Pepelu. O bien lo hace abonando los cinco millones de euros de la cláusula o proponiendo otras fórmulas en las que el Levante aspire a recaudar más en el futuro dentro de esta partida de 'ajedrez'.
El Levante (con Catalán al frente) asegura que no está dispuesto a entablar negociación alguna con el Valencia CF por Pepelu. Llegó a decir textualmente que si alguien lo quiere "su coste son 5 millones de euros al contado. Y si quieren plazos, aumentamos la cantidad. Y las condiciones la otra parte, ya las sabe" e incluso le pasó toda la presión al futbolista al añadir que: "Llegó con 13 añitos, se ha convertido en un emblema y que piense las cosas muy bien. Le diría que no se deje utilizar por nadie. Si todo lo que se cuenta es verdad, cuanto antes, directa y al pie. Ninguna de las tres partes merecemos eso. Las cosas se pueden hacer bien, mal o muy mal, y me da la sensación de que bien no lo vamos a hacer".
Tras esas palabras el 'caso Pepelu' no tiene vuelta atrás. Pese a la aseveración de que el Levante no tiene necesidad de vender a Pepelu -postura de fuerza pública- la realidad económica levantinista es de extrema gravedad y este es uno de los futbolistas por los que la entidad de Orriols podría sacar dinero. Tras dirigir todas las mirás a la elección del futbolista, es casi imposible que Pepelu siga vistiendo de granota.
Asumido por el Valencia CF el interés hecho público por Pepelu en las últimas horas y habiendo dejado claro Quico Catalán que no se negocia y se remiten a la cláusula del futbolista, los de Mestalla quieren proponer diferentes escenarios económicos al Levante dejando el pago al contado de los cinco millones como última alternativa. Por ello, se entiende que ahora el club de Mestalla debe dar un paso al frente y no dejar al futbolista en una posición difícil. Pese a que desde la acera valencianista hablan de mejorar la oferta, pero nunca de ejecutar la cláusula, también son conscientes de la complejidad que entraña que el Levante cambie su planteamiento inicial. Todas las partes involucradas en el proceso esperan movimientos.
Mientras tanto, el fichaje de Sergi Canós parece haber entrado en una fase de pausa. Cabe recordar que el futbolista acababa contrato con el Brentford en 2023 pero con una cláusula de prórroga unilateral de un año más (2024) por parte del conjunto inglés. Dicha cláusula fue ejecutada por el Brentford aunque Canós ya le ha comunicado a los ingleses su petición de que le dejen libre para firmar por el conjunto de Mestalla. Al haber prolongado de manera unilateral el contrato de Canós hasta 2024, el conjunto británico desea recibir algún tipo de contraprestación por dejar salir al futbolista. Este hecho ha conducido a la operación a un compás de espera que se pretende solucionar. Sin embargo, con los escasos recursos económicos de los que dispone el Valencia CF, y si se debe afrontar el pago de la cláusula de Pepelu, no sería de extrañar que una parte de lo destinado para Canós acabe incluido en el montante total de la operación de adquisición del jugador granota.
Por cierto que Sergi Canós está estos días en su Nules natal, y entre otras actividades está asistiendo a su campus, al cuál invitó el miércoles al valencianista Javi Guerra colgando después en su Instagram la foto que se puede observar encabezando esta información.