VALÈNCIA. Rubén Vezo cae en el grupo como agua de mayo. El central protugués volvió a ejercitarse junto a sus compañeros en el primer entrenamiento del año y hoy prevé volver a estar en la doble sesión que prepara el Levante, primero ante sus aficionados en Orriols -la hinchada podrá ver el final del entrenamiento en el estadio a partir de las 11:30h- y por la tarde en la Ciudad Deportiva de Buñol. El caso es que Vezo soluciona una papeleta a Javi Calleja, que para el encuentro del próximo 13 de enero ante el Albacete solo contaba con dos zagueros, Álex Muñoz y Dela. Todo después de haber tenido que improvisar con Algobia en el eje durante el último partido de 2023 en Zaragoza.
En la hoja de ruta estaba el regreso de piezas como la del luso -también de Iván Romero y posiblemente de Postigo- aprovechando el largo parón de tres semanas por la eliminación copera. Más tardarán Kocho, cuya recuperación de la lesión de recto femoral le podría llevar directamente a la visita a Miranda del Ebro, y un Fabrício al que habrá que esperar para febrero. Sea como sea, Vezo es el primer fichaje de invierno para Calleja, después de algo más de un mes fuera de combate por la lesión de aductor que sufrió en Ipurúa.
Está por ver qué papel adoptará ahora el '14' del Levante, después del largo mes de ausencia. Máxime cuando Dela ha experimentado un visible crecimiento junto a un Álex Muñoz, de nuevo en gran estado de forma. De hecho, la pareja entre luso y alicantino no es la que más ha empleado Calleja esta temporada, precisamente, en parte debido a los problemas físicos de uno y otro. Es precisamente Postigo el zaguero con más minutos esta temporada, mientras que Vezo parte como el tercero a este efecto.
El problema que también podría solventar el de Setúbal, uno de los capitanes y pieza importante en el Fair Play Financiero granota, es el bloqueo del mercado levantinista. Vezo acaba contrato este próximo verano, ya es libre de firmar por cualquier club y su situación está de momento frenada desde que el club tomara contactos para una ampliación a la baja. Además, su salida, precisamente por el espacio que ocupa a nivel contable, sería una de las que posibilitaría un mayor margen de movimeinto en un mercado que, de entrada, será esquelético en el Ciutat.
Para que entren jugadores, habrán de salir. De manera imperativa. Porque el Levante está excedido en el Fair Play a pesar de la brutal reducción del coste de plantilla que Felipe Miñambres ejecutó durante el pasado verano. Y no solo tendrán que salir futbolistas, sino que además habrán de ser jugadores cuyo ahorro de ficha permita ir al mercado. Este enero, los clubes pueden reinvertir el 60% del ahorro que genere una baja, un 70% si la nueva incorporación supone más de un 5% de la masa salarial de la entidad, aunque no sería esa la intención en Orriols.
En cualquier caso, una hipotética salida de Rubén Vezo, por más que pueda abandonar la ciudad a coste cero en seis meses, supondría debilitar al equipo en número de efectivos en medio de una temporada, otra vez, con el importante lastre de las lesiones. La línea defensiva es la parcela menos cubierta del equipo y en la que Calleja necesita refuerzos de cara a una segunda parte de curso exigente.