VALÈNCIA. La semana pasada rematábamos la columna con un escenario que me desvelaba bastante aquella noche: una doble ‘palmatoria’ en Copa y Liga ante Athletic Club y Valladolid que dejase al Valencia CF al borde del abismo. Cita textual: “Porque existe la posibilidad real de que el Valencia se plante a finales de enero sin objetivos positivos que perseguir en los siguientes cuatro meses. Temporada liquidada. Cero premio al final del trayecto. Y, ‘ojocuidao’, una lucha por evitar el hoyo que cada vez involucra a más y más equipos”.
… Pues eso.
Como es mi obligación, vengo pulsando opiniones internas o externas sobre la penúltima –siempre es la penúltima con Meriton- crisis en el Valencia y recibo de vuelta ecos de inquietud, extrañeza e incluso miedo en su vertiente más literal. Porque la dimisión pactada de Gattuso ha pillado a más de uno con el pie cambiado. En todos los estamentos del club. La cuesta se empina y se vienen semanas duras. Y, más que apuntar a individuos en concreto, prefiero que encendamos un momento el Netflix y le demos al ‘play’.
En “Al Filo del Mañana” (Doug Liman, 2014), el personaje de Tom Cruise posee un extraño don que le permite, en un mundo post-apocalíptico en el que una raza de alienígenas ha invadido la Tierra, revivir el mismo día una y otra vez a partir del momento exacto en el que muere. O, más bien, en el que los aliens le matan. Como si se tratase de un videojuego. Ante eso, no le queda otra que ‘mejorar’ cada día y tratar de llegar más lejos en su particular ‘partida’ hasta un desenlace que, evidentemente, no os voy a destripar. “Vive, muere, repite” fue el acertado eslogan para una película que se la pegó en taquilla pero que, de manera sorprendente, se acabó convirtiendo en un film de culto.
Tom Cruise mejoraba sus habilidades para llegar cada vez más lejos en ese bucle temporal en el que estaba atrapado. En el Valencia y desde 2019, en cambio, el argumento más bien se desarrolla al revés. Cada proyecto deportivo vive, muerte y repite, pero sus habilidades son cada vez más infumables y su pervivencia es cada vez más reducida: Celades consiguió llegar hasta finales de junio en el año de la pandemia; Javi Gracia paró su reloj a principios de mayo; Bordalás también llegó a mayo, aunque su temporada había quedado liquidada en abril tras la final de Copa; y, ahora, Gennaro Gattuso ha dicho “ahí os quedáis” un 30 de enero.
Me sabe muy mal por un buen puñado de empleados del club que están haciendo todo lo que está en su mano para mantener el Titanic a flote, incluso cuando el propio capitán singapurense se ha dedicado a ir poniendo estos últimos años icebergs en su trayectoria de manera tenaz y cruel. Pero aquí no hemos venido a jugar: hemos venido a contar cosas. Y a opinar. Y, por mucho tacto que quieras tener con gente a la que tienes aprecio, lo de las últimas 72 horas es absolutamente tétrico y ridículo a todos los niveles. Voy a circunscribirme a los últimos tres días.
Cortita y al pie: batacazo histórico en Valladolid, con todo lo que ello implica. Equipo a un punto del hoyo. Gattuso cabizbajo en sala de prensa mientras el club garantizaba y aseguraba que el entrenador contaba con todo su respaldo.
Regreso a Valencia en avión y, tras aterrizar, encuentro del entrenador con un grupo de radicales que ya habían contado con el beneplácito de determinados empleados del club para contar con acceso privilegiado al técnico en la terminal de Manises en junio de 2022 (hay fotos y vídeos que inmortalizaron el momento). Un cámara de Àpunt se llevó un ‘regalito’ de Gattuso en forma de manotazo a su herramienta de trabajo, por el que luego pidió disculpas.
¿Más? Llegó enero, mes de cobrar la mitad de la ficha: los jugadores ya saben que el club está en apuros a nivel de liquidez y se viene un Gedesco 3.0 en las próximas semanas. Gattuso acudió a Paterna el lunes por la mañana y, tras recibir la enésima negativa respecto a los refuerzos, decidió coger la puerta y largarse. Con algún intercambio de impresiones no precisamente amable. Internamente se justifica el acuerdo para su salida en que no querían otro ‘caso Javi Gracia’ de un técnico vencido y desmoralizado. De que Meriton haya engañado otra vez a un técnico, claro, ni palabra. El caso es que Gattuso ya no está. Corona, evidentemente y como era de esperar, $e queda... de momento.
Gattuso se marcha del Valencia (como Celades y Javi Gracia) sin una rueda de prensa pública. Peter Lim, desde Singapur, tenía claro que no quería gastarse ni un duro en enero y ha perseverado en su objetivo, aunque haya sido a costa de hundir a otro entrenador que sí quería estar aquí (cada vez son menos, porque en el mundo del fútbol las noticias vuelan).
Voro coge el equipo por sexta vez desde que el Valencia tuviese la desgracia de caer en manos de Meriton. Primeros equipos masculino y femenino del Valencia tienen, ahora mismo, un entrenador interino. Sobran los análisis. Ha habido un intento de repesca a Chema Sanz, que no deja de ser el actual técnico de un equipo de quinta categoría (Tercera RFEF).
Tras la marcha de míster, y dentro de los agradecimientos de sus ya exjugadores, Ilaix Moriba decidió que era buena idea postear en Instagram que “las falsas noticias no van a desviarnos de nuestro objetivo de los verdaderos valencianistas”… indignando todavía más a los verdaderos valencianistas.
¿Sigo? Un aficionado anónimo decidió pasar la mañana y la tarde del martes, megáfono en mano y al principio casi en solitario, reclamando a Corona que asumiese la responsabilidad de la ausencia de incorporaciones. Más allá de la hilaridad de la imagen, un tipo valiente.
Junto a él, un par de centenares de seguidores se plantaron a la puerta de las oficinas del club a protestar, sin sospechar que a las seis y media de la tarde en pleno ‘Deadline Day’ los ejecutivos del club no tenían la más mínima intención de estar allí trabajando, porque no se iba a fichar ni dejar salir a nadie. Y todo con un despliegue policial más propio del Nou d’Octubre que de un 31 de enero.
La Agrupación de Peñas sacó uno de los comunicados de presión más tibios que han visto estos ojos, recibiendo por respuesta la desaprobación de una gran mayoría de peñistas e, incluso, la dimisión de uno de sus vicepresidentes. Como resultado, la directiva se ha visto obligada a convocar un Asamblea Extraordinaria para frenar el ‘tsunami’ de críticas y reposicionarse. La APA de Vicente Vallés, por el contrario, ni siquiera molestó en sacar comunicado: nadie les creería.
Y podría seguir y seguir y seguir.
“Vive, muere, repite”. Esta es la mayor jaula de grillos de Europa. Fuera de España (como manifestó ayer mi colega Andy West), periodistas y aficionados de todo el mundo del fútbol flipan en colores y alucinan pepinillos con el desastre en que Peter Lim ha convertido el Valencia, con la aquiescencia y colaboración necesaria de un puñado de personas de esta ciudad.
No os equivoquéis: los derrapes de estos últimos días para poder encajar dentro de la corriente mayoritaria y contraria a Peter Lim son una mera cuestión estética. “Vive, muere, repite”. En cuanto nos despistemos, volverán a las andadas. Con el siguiente entrenador. O con un fichaje decente que no de pena verlo. O con el Nuevo Mestalla. O con cualquier otra promesa baldía. No es que esa gente “se haya dado cuenta” (sic) de lo nocivo que es Meriton de golpe y porrazo; simplemente disimulan un tiempecito hasta encontrar nuevos argumentos –por estúpidos que sean- para volver a la carga a golpe de genuflexión con el amo.
En fin, será mejor que lo dejemos aquí y me vuelva a la peli. Al menos, allí no había humanos echándoles un cable a los invasores para liquidarnos a todos.