VALÈNCIA. Alberto Abalde es uno de los héroes indiscutibles de la 'milagrosa' clasificación del Valencia Basket a semifinales de la Liga Endesa. El club taronja nunca había remontado un 0-1 en un playoff en su historia hasta que ayer lo consiguió ante Unicaja. El conjunto de Casimiro logró asaltar la Fonteta en el primer partido de manera inesperada, pero la respuesta de los de Jaume Ponsarnau fue sin duda providencial. Victoria en el Martín Carpena para empatar y billete sellado en la Ciudad del Turia en el tercer partido. Y el jugador gallego tiene buena 'culpa' de ello.
El joven alero no disputó ningún minuto en el primer encuentro de la serie. Después de caer con una exhibición del exterior cajista Milosavljevic (28 puntos), Jaume Ponsarnau admitió en rueda de prensa que probablemente se había equivocado en la decisión de no sacar a Abalde y que habría sido una buena arma para frenar al serbio. El técnico corrigió. En el segundo duelo el gallego cumplió con su cometido en defensa y dejó a Milosavljevic en 8 puntos pero, además, aportó con 7 puntos, sin fallo en el tiro, y 6 rebotes. Ayer repitió hazaña defensiva, dejando al serbio en los mismos puntos, y también elevó su cifra anotadora hasta los 12 puntos.
"Estoy contento de ayudar al equipo. Los últimos dos meses que estaba participando poco lo estaba pasando mal porque trabajas mucho pero no puedes ayudar y tenía muchas ganas. He intentado mantener la calma y seguir trabajando. Al final he estado preparado para ayudar cuando me necesitaba el equipo", admitía Abalde en vestuarios acerca de su situación personal.
Lo cierto es que tenerle en la rotación ante Unicaja ha sido sinónimo de éxito en la eliminatoria. El gallego aseguraba que todo el equipo estaba muy "contento" después de "un partido que se puso difícil pero lo sacamos adelante y sabíamos que aquí con la ayuda de nuestra afición íbamos a tener un plus". Además, señalaba especialmente cómo el equipo aguantó los "arreones" de Unicaja.
Precisamente esta es una de las claves que pueden ayudar al Valencia Basket en las semifinales ante el Real Madrid. Tanto en el segundo como en el tercer partido el equipo tuvo una gran mentalidad para rehacerse de amplios parciales de su rival. Contra un equipo tan potente en ataque como los de Pablo Laso será vital. Abalde comentaba al respecto que "durante todo el año en los malos momentos hemos sido capaces de unirnos dentro del vestuario, de tirar para adelante. Esto en momentos dentro del partido nos ha ayudado a crecer y cuando se han puesto un punto arriba en el último cuarto, hemos mantenido la calma y lo hemos sacado adelante".
En momentos como ese el empuje de la afición se hace fundamental para el local y la taronja, en el día de ayer, no decepcionó: "La Fonteta está muy enganchada al equipo. Los momentos delicados se lo toman bien y nos ayudan en positivo". Aunque en el Wizink Center el empuje será para los blancos.
Otro factor en favor del Real Madrid es el descanso, algo de lo que no goza Valencia Basket. Después de tres partidos con una diferencia de 48 horas, se enfrenta a otros tres. Seis partidos en diez días. La dosificación y la rotación se vuelven más importantes que nunca, según el jugador: "Tenemos un equipo largo y es ahora cuando hay que beneficiarse de eso".
Aunque las piernas pesen el corazón no lo hará para repetir el éxito del último playoff del Valencia Basket frente al Real Madrid hace dos temporadas, cuando los taronja vencieron en el segundo partido, robaron el factor cancha y levantaron la liga en la Fonteta. "El objetivo es intentar sacar un partido allí. Sabemos que va a ser muy complicado. Es uno de los mejores equipos de Europa y en su campo están muy bueno. Mañana toca viajar y empezar a preparar el partido", zanjaba Abalde.