VALÈNCIA. Un derbi plácido para el Valencia. Así fue uno de los enfrentamientos valencianos más desequilibrados de los últimos años. No tanto por nivel y sí por estado de confianza. El Valencia lo afrontaba en su mejor momento de la temporada, mientras que el Levante UD se plantó en Mestalla inmerso en un mar de dudas. Unas sensaciones que se amplificaron para cada equipo después de los visto en el terreno de juego.
Más allá del estado de ánimo, que influye considerablemente, al Valencia no se le pudo poner más de cara el partido. Ante un Levante que le gusta correr, se replegó y buscó las gamberradas de Cheryshev, Soler o Guedes al contragolpe. El guión ideal para los de Marcelino. Los granotas asumieron las circunstancias y fueron fieles a su estilo, pero eso no siempre es suficiente. Santi Mina aprovechó el derbi para reivindicar su figura. Muchos meses sin marcar para el gallego, que no había perdido la fe ante el adelantamiento de Gameiro.
El Levante UD por su parte, sigue con un estilo atractivo y vistoso, pero con una fragilidad defensiva que puede ser una losa demasiada pesada para conseguir sobrevivir en la máxima categoría. En este sentido, la producción ofensiva de los de Paco López se alejó mucho de la propuesta de su entrenador. El Valencia se sintió cómodo en todo momento. Guedes y Cheryshev dominaron los espacios, mostrando las carencias que tiene el esquema del Levante UD en las transiciones.
En cuanto al partido, el Valencia tuvo facilidades en los contragolpes y llegó con facilidad. El Levante se refugió en su dominio, pero le faltó ser más incisivo en ataque. Las malas noticias locales llegaron en forma de lesión. Piccini se retiró lesionado, mala fortuna para el italiano, que no está pudiendo tener continuidad en su mejor momento. Se marchó llorando el lateral ante los aplausos de Mestalla. Coquelin entró en su lugar. Con el 1-0, se llegó al descanso.
Ya en la segunda parte, Parejo reclamó algo de control para su equipo ante un Levante que no tenía nada que perder. Rochina intentó poner a prueba a Neto. Su tiro fue demasiado centrado. El Valencia siguió encontrando vías para generar peligro. Un centro de Guedes estuvo a punto de ser gol en propia puerta de Cabaco. Los visitantes se refugiaron en el balón parado para empatar. No fue Cabaco, pero sí Carlos Soler. El córner ejecutado por Rochina golpeó en el canterano valencianista y el balón acabó en la red. Era el 1-1 y el derbi volvió a empezar. Pero la emoción duró poco. De eso se encargó Guedes. Está de vuelta. El portugués respondió a lo grande. Hizo una pared con Carlos Soler y fusiló a Aitor. Una liberación para el ‘8’ blanquinegro, que se resarció asistiendo con un caño con la ‘espuela’. Palabras mayores.
El Valencia optó por resolver el derbi y la decisión la tomó Carlos Soler. El canterano demostró una fortaleza mental digna de esos jugadores que marcan generaciones. Inició la acción y tras su remate, Santi Mina recompensó su acción empujando el 3-1. También lo necesitaba el gallego, que se sumó al carro goleador en el momento más importante de la temporada. Ese tanto hizo reflexionar a Marcelino, que dio descanso a Parejo y dio minutos a Kang In Lee para que continuara con su adaptación al fútbol de élite. El surcoreano no tuvo complejos. Al minuto de estar en el campo, buscó fortuna con un disparo que se ganó el reconocimiento de Mestalla.
Finalmente, el Valencia impuso su superioridad en el derbi y sigue firme en su lucha por acabar temporada en la cuarta plaza. El Levante por su parte, continúa metido en problemas y tendrá que aprovechar sus dos próximos compromisos en el Ciutat de València para huir de la zona de descenso.