CASTELLÓ (EFE). El CD Castellón disputa su segunda temporada en Segunda B en la que pretende consolidarse y evitar el sufrimiento de la pasada campaña, cuando logró la salvación una vez finalizado su encuentro de la última jornada y tras pasar gran parte del año como colista.
El Castellón quiere mejorar la décimo quinta plaza de la temporada 2018/19 y, para ello, ha vivido un verano de movimientos tanto en el campo como en los despachos.
Por ello, un año después, el presidente, Vicente Montesinos, ha recuperado el control accionarial y han abandonado el club el anterior máximo accionista, José Miguel Garrido y el director deportivo, Juan Guerrero.
Por su parte, ha regresado el núcleo de personas que en los últimos años lograron salvar al Castellón de la desaparición y conformar un equipo que consiguiera el ascenso de Tercera a Segunda B y a la cabeza de los cuales se encuentra el exfutbolista Ángel Dealbert y el actual jugador del Leeds United, Pablo Hernández.
La confianza para dirigir al equipo en el terreno de juego se ha mantenido en el hombre que lograra la permanencia, Óscar Cano, tras tres cambios la pasada temporada en el banquillo.
Además ha fichado a diez futbolistas: Los defensas Jorge Veintimilla y Héctor Verdés; los centrocampistas Carles Salvador, Javi Serra, Josep Calavera, Víctor García, Jorge Fernández, Alfredo Gutiérrez, Íñigo Muñoz y el delantero César Díaz.
El Castellón debutará el próximo domingo a las 18:00 horas en la Nova Creu Alta, donde se medirá al Sabadell, y cuenta con la mayor masa social de la categoría e incluso por encima de gran parte de los clubes de Segunda división al contabilizar ya más de 11.000 abonados.
El cuadro 'orellut' ha cerrado la pretemporada este sábado imponiéndose en el trofeo Ciudad de Alcoy al Alcoyano por 1-2. En total ha disputado ocho encuentros amistosos que se han saldado con cinco victorias, dos derrotas y un empate ante el rival de mayor entidad, el Huesca (2-2).