ALICANTE. Este miércoles se cumplía un año desde que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) aprobó la adjudicación directa a Zassh Tecnológica del 15,07% de las acciones del Hércules y el derecho de crédito de 15,4 millones que mantenía el banco del Consell contra la Fundación del club blanquiazul, cuyo cumplimiento está garantizado con el 68% del capital social de la entidad de Foguerer Romeu Zarandieta (ese paquete representaba más del 72%, pero tras la ampliación de capital de junio su peso se redujo y tanto de lo mismo ocurrió con las acciones de Zassh adquiridas al IVF que pasaron de representar un 15% al 13).
La operación, que vino precedida de dos subastas fallidas (la segunda con una agria polémica a cuenta de los gastos protagonizada por el entonces presidente del Hércules, Juan Carlos Ramírez, y el director general del IVF, Manuel Illueca), se formalizaría ante notario el 18 de diciembre de 2017, pasando ese día a ser la citada mercantil, cuyo capital social se reparten al cincuenta por ciento el empresario vasco y Enrique Ortiz, dueña de la deuda de la Fundación. A cambio de la misma (y del 15,04% de las acciones del Hércules entonces y 13% hoy) Zassh abonó 508.150 euros al Banco del Consell, más la totalidad de los gastos vinculados al procedimiento 582/2014 de ejecución de títulos no judiciales que se sigue en el Juzgado de Primera Instancia nº 7 de Alicante y que ascendían a unos 100.000 euros.
La Fundación sigue siendo la dueña del Hércules
No obstante lo anterior, en este año Zassh no ha instado en sede judicial la ejecución de la garantía y menos ha negociado con la Fundación una cancelación de la deuda a cambio de la titularidad de las acciones, por lo que este ente sigue siendo el dueño del Hércules (de hecho el presidente de la Fundación, Valentín Botella, y su apoderado, José León, son dos de los tres consejeros del club).
La postura de Ramírez y Ortiz parece lógica teniendo presente la ingente deuda del club y en especial las sumas que le reclaman tanto la Agencia Tributaria como la Comisión Europea, pero la realidad es que cuando Zassh se hizo con la adjudicación directa de esos activos la hoja de ruta anunciada apuntaba a un traspaso de la titularidad de las acciones de la Fundación y a una posterior operación acordeón (primero una reducción a cero del capital social y a continuación una ampliación del mismo) que permitiría al empresario vasco y Enrique Ortiz, articular su auxilio económico a la entidad convirtiendo sus préstamos de tesorería en acciones. A diferencia de esto último, el pasado mes de junio, el capital social del Hércules aumentó de 24 a 27 millones pero a través de una operación de aumento por canje de deuda por acciones en la que Ramírez y el constructor convirtieron tres millones de euros que habían inyectado al club en acciones del mismo.
Sociedad zombi
Zassh Tecnológica fue creada en 2005 por Enrique Ortiz y se comportó como un sociedad zombi hasta que fue rescatada por el constructor de un cajón para articular a través de ella la compra de la deuda de la Fundación con el banco del Consell. Antes de esa operación Juan Carlos Ramírez le adquirió a Enrique Ortiz el 50% del capital social, pasando posteriormente a ser administrador mancomunado junto a Javier Portillo en sustitución de Virgilio Ortiz, hermano del constructor. El domicilio social se trasladó de las oficinas que tenía el Grupo Cívica en la avenida de Alfonso X El Sabio a las de Medimotors en la carretera de Ocaña y su objeto social pasó de ser "el alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia" a "la compraventa, adquisición, tenencia y enajenación de valores mobiliarios y de participaciones sociales o acciones en el capital social de cualquier tipo de sociedades y la promoción, organización, explotación, realización y explotación comercial, por cuenta propia o ajena, del negocio".
