VALÈNCIA. Festín coral de Valencia Basket en Zamora antes de afrontar la Copa de la Reina. El equipo taronja dominó un partido frente al colista en el que llegó a superar una diferencia mayor de 35 puntos. Con Celeste Trahan-Davis y Marie Gülich como referentes, el conjunto de Rubén Burgos suma 12 victorias seguidas, 24 en total en LF Endesa, y ya mira hacia la Copa de la Reina de Valencia de la próxima semana con buenas sensaciones.
Valencia Basket salió a la pista con máxima seriedad y concentración. Un parcial de 4-13 empezaba a marcar las distancias con una Marie Gülich soberbia, anotando 7 puntos de ese parcial. El conjunto taronja supo atacar bien los cambios de defensa de las zamoranas de individual a zonal mientras que su propia defensa se hacía prácticamente imposible de atacar por parte del rival. Con agresividad, cortando líneas de pase y corriendo, Valencia Basket acabó el primer cuarto con 12 puntos de ventaja.
El segundo cuarto dejaba en evidencia más todavía las bajas del conjunto local con ausencias como las de Gidden, Quirante o la extaronja Lizarazu. El parcial taronja de salida fue de 0-9 para poner +21 al mismo tiempo que Rubén Burgos ampliaba la rotación respecto a anteriores partidos. El técnico local paraba el partido hasta en dos ocasiones para buscar la reacción de su equipo pero Valencia Basket conseguía seguir aumentando esa ventaja con anotación repartida y una Celeste colosal bajo el aro. Con un triple sobre la bocina del descanso de Lorena Segura, las 12 jugadoras taronja ya habían anotado antes de pasar por vestuarios (21-49).
Valencia Basket salió tras el descanso con un 7-0 de salida. La renta alcanzaba los 35 puntos de ventaja. Solo Vivians y Policari estaban consiguiendo que el conjunto taronja no se fuera de todavía más ventaja. En un cuarto con menos anotación taronja pero manteniendo a su rival en esos 10-11 puntos de media por cuarto, Valencia Basket solo había relajado el pie del acelerador en ataque. Aunque las zamoranas habían podido recortar algo, con un triple al borde del final de cuarto, Ouviña colocaba la ventaja en 34 puntos.
El último cuarto fue propiedad de las locales. El conjunto taronja empezó a dosificar esfuerzos mirando el colchón que tenía en el marcador. Varias pérdidas, fallos en canastas fáciles y menos agresividad defensiva. Quesos El Pastor bajó de la desventaja de 30 puntos, Wolf se sumó a Vivians en su ataque y consiguieron doblar su anotación de cuarto. Una reacción que sirvió para maquillar levemente el marcador. Valencia Basket ya tenía la victoria cerrada y, además, con una buena renta.