Aislados en ataque, cubiertos en defensa

VALÈNCIA. El número de lesiones total en la temporada del Levante, con una cifra récord de 34 tocados a lo largo del curso, hace hoy a Alessio Lisci reflexionar sobre qué piezas pondrá en liza el próximo sábado frente al Villarreal. Es la enésima penúltima bala del cuadro granota para tratar de llegar al final del campeonato con vida y el técnico italiano tiene poca pólvora en ataque para disparar. 

Con Soldado y Dani Gómez de momento fuera de las ecuaciones -se antoja complicado que ambos puedan forzar para llegar-, el conjunto de Orriols solo tiene a Roger y Morales como alternativas ofensivas habituales. Si a eso se suma la baja de larga duración de De Frutos, Alessio se ve abocado a inventar más que nunca en su parcela de ataque.

La poca participación de Soldado en las últimas jornadas permite que su ausencia no trastoque demasiado los planes. Quien le ganó la partida al valenciano como revulsivo es un Dani Gómez que, pese a que tuvo que abandonar El Sadar aquejado de su aductor diestro, acostumbra a ser la pieza desatascadora del preparador romano. De los últimos diez partidos, el ex del Tenerife ha sido suplente en ocho: ha anotado tres goles y ha servido una asistencia. Son buenos números desde el banquillo para el delantero de refresco del Levante. 

Precisamente ese refresco no existirá el sábado. Morales y Roger formarán la clásica pareja de delanteros de anteriores etapas. Entre los dos este curso suman 12 dianas y están lejos, en materia individual, de los registros de otros años, cuando formaron una de las duplas ofensivas más temibles de La Liga. 

Cantero o tres centrocampistas

Con la foto de la enfermería, una figura se ilumina sobre otras para cubrir el papel de jugador de banda que le faltará al equipo este fin de semana. Para Alessio, la pieza en nómina más parecida a Morales es Alejandro Cantero, y el '29' está listo para ser llamado a las filas del once titular frente al Villarreal. Con la pareja Roger-Morales en el frente, el italiano tiene dos opciones siempre y cuando mantenga la defensa impar: bien armar la medular con tres centrocampistas puros -Pepelu, Bardhi y Malsa fueron los escogidos en Pamplona-; bien, ante un encuentro tan definitivo en el Ciutat, enseñar los dientes con un jugador que, al mismo tiempo que ayude en tareas defensivas, suponga una amenaza cuando el control de la pelota sea granota.

La norma general en los últimos planteamientos de Alessio dicta que serán tres los mariscales en el círculo central detrás de dos hombres de ataque. Entre ellos, Morales, quien ya ha tenido dos semanas para recupar bien el edema óseo que molestaba para el partido de Pamplona, será la pieza que caiga al costado en fase ofensiva. Mientras tanto, Cantero aguarda al plan del técnico para salir del bucle del banquillo: no es titular en un choque liguero desde que Paco López lo alineó en el Ciutat contra el Rayo Vallecano. 11 de septiembre. Eso sí, ha contado como revulsivo en los tres últimos partidos, ante Athletic, Espanyol y Osasuna, con especial protagonismo frente a los navarros. También ante el Celta, con una jugada en solitario que propició el empate de Roger.

Más cubiertos en defensa

Mientras tanto, las bajas no solo se ceban con el ataque levantinista. En defensa también hay dos piezas tocadas: Duarte y Clerc, con sus problemas de rodilla a cuestas. Sin embargo, hasta hoy solo el costarricense ha sido pieza esencial en los dibujos de Alessio. La actuación de Vezo ante Osasuna no fue, precisamente, la mejor de su temporada, pero el entrenador cuenta con dos hombres que pueden acompañar a Róber Pier y Cáceres en la línea de centrales, en caso de que opte por devolver el peto de suplente al portugués. Postigo está disponible y Mustafi, al igual que un Saracchi que ve la luz al final del túnel, entró en convocatoria en El Sadar. 

El zaguero alemán lo hizo, en cualquier caso, para regresar a dinámica total de grupo, aunque no era apto para acumular demasiados minutos. Sí pudo ser una alternativa de urgencia, pero no una opción preferencial. Tras dos semanas y ya con el mes de abril llegado al calendario, Mustafi cumple sus plazos de recuperación después de tres meses de sanatorio y empieza a ser un jugador con posibilidades de formar zaga. Saracchi, por su parte, también acumula entrenamientos grupales al ritmo de sus compañeros y podrá ser una pieza para presentar en sociedad a la parroquia granota en los coletazos finales del curso.