Complementando a Balotelli en el Niza, y habiendo jugado todos los partidos hasta la fecha, es un jugador potente, hábil, rápido, con hambre de gol y buena definición...
VALENCIA. Mucho se habla de la vuelta de Mario Balotelli al fútbol. Y eso que ni siquiera se marchó, incluso aunque algunos se pregunten si realmente estuvo. La realidad, no casualidad, es que su Niza va primero, a seis puntos del PSG de Unai Emery que debería pasearse por la Ligue 1, y encima con buen juego. Otra anomalía digna de estudio que no sabremos lo que durará, pero que seguro que divertirá al personal.
Claude Puel fue el gran creador, el “padre”, y fruto de ello es al equipo por la Europa League (no tan bien como en liga, todo sea dicho). Con Lucien Favre, el Niza y “SuperMario” lo están haciendo muy bien, en concreto el italiano ha jugado 5 partidos y ha anotado 6 goles (un gol cada 70 minutos de los que ha jugado), ha recuperado su motivación, sus ganas y ahora cada vez que sale mete gol. Está claro que la liga francesa puede ser menos exigente, pero hay que reconocer que está muy en forma de cara a portería. A pesar de que está enchufado, suele tener problemas musculares bastante a menudo que le hacen intermitente. ¿Problema para el equipo? En Niza no se lloran sus bajas, hay socio para rato.
La figura del franco-maliense Alassane Pléa ha irrumpido en Francia con fuerza. Tras recuperarse de una lesión de ligamento cruzado la temporada pasada, acabó con buenas estadísticas en sus 19 encuentros (6 goles y 4 asistencias), ayudando al Niza a conseguir la plaza en Europa League. A la sombra de Hatem Ben Harfa y Valerie Germain, Alassane fue de los más destacados en la punta de ataque. Este mismo verano se apuntaba desde “France Football” el interés del Villareal y clubs ingleses por el delantero nacido en Lille.
Formado en la cantera del Lyon, donde tantos y tan importantes jugadores salen generación tras generación, tuvo que buscarse la vida lejos de allí tras ascender al primer equipo y no acabar de cuajar. Pero hay vida más allá de Lyon y Alassane lo supo ver. Pasó cedido por el Auxerre y el Niza pagó 1 millón de euros por los servicios del prometedor jugador.
Aunque no fue un miembro especialmente destacado, formó parte de la generación del 93 de Paul Pogba, Kurt Zouma o Lucas Digne. En silencio y con grandes actuaciones, está llamado a ser un goleador importante en la Ligue 1 y muchos grandes tienen sus ojos puestos en él.
Complementando a Balotelli, y habiendo jugado todos los partidos hasta la fecha, es un jugador potente, hábil, rápido, con hambre de gol y buena definición. Desarrolla sus principales virtudes en la punta del ataque pero explota su velocidad desde el extremo derecho. Cuando ve la portería su objetivo es claro. Es un jugador agresivo e incansable, a veces demasiado cegado con el gol.
Con el 3-5-1-1 de Lucien Favre y un Balotelli en forma, podía acabar relegado al banquillo, pero sus buenas actuaciones aprovechando cada oportunidad, han hecho que el entrenador suizo haya decidido buscarle un hueco en el once inicial. La últimas dos goleadas del conjunto de la Costa Azul, coinciden con un cambio al 4-3-3 donde Pléa, ha entrado bien de ariete o bien de extremo diestro y ha anotado 4 goles.
No es casualidad, Alassane está cómodo y el Niza ha conseguido engrasar un equipo que suma y sigue. A pesar de que los focos están centrados en el díscolo jugador italiano, los jugadores se centran en no regalar nada. Pléa es el máximo goleador y una pieza destacada de las “águilas” junto al talento de Mario, la juventud de Wylan Cyprien y esperanza de la cantera Vincent Koziello, la experiencia de Mathieu Bodmer o Dante y la calidad del francomarroquí Younnes Belhanda entre otros. En el Allianz Riviera tienen equipo. Los resultados están ahí; 11 partidos de liga con 9 victorias y 2 empates. De momento, no conocen la derrota en liga. Europa es otra historia, pero la ciudad mediterránea puede permitirse soñar. Cuando no ganan los de siempre, la diversión está servida.