VALÈNCIA. Posiblemente, uno de los sueños de cualquier deportista es cerrar su carrera profesional en un escenario incomparable, en el que además poder cumplir algún sueño de esos que pasean por la cabeza desde la más tierna edad. Pues así será el punto y final de una grande de nuestro baloncesto como es Vega Gimeno. La valenciana lo hará en París, cumpliendo con estar y ser importante en una cita olímpica. Además, habiendo cerrado el pasaporte a la capital gala de una forma inolvidable. Una inverosímil canasta de su compañera Gracia Alonso de Armiño, con el tiempo casi expirado, llenaba de lágrimas de alegría a cuatro jugadoras de baloncesto, a las cuales les otorgaba la gloria.
Lo hará en el final de una temporada donde cierra el telón a una bella y larga historia y donde en muchos de los escenarios que ha pisado, ha recibido el cariño de los aficionados que han visto en Gimeno una competidora cargada de talento y ejemplo para muchas de las jóvenes que se ven reflejadas en ella. Así fue en la ciudad que le vio nacer, donde en la Fuente de San Luis, donde firmaba su epílogo, el público supo despedir a una jugadora, que pese a su origen, nunca vistió la camiseta naranja de Valencia Basket.
Surgida de la prolífera cantera de El Pilar, numerosos fueron sus éxitos en las categorías de formación de los diferentes equipos nacionales por los que fue trnasitando. Medallas que hablaban de uno de los grandes talentos, que sería apuesta de un Rivas Ecópolis que buscaba crear un equipo muy potente, en el cual sumaría su primer título profesional, la Copa de la Reina. Sin embargo, el camino se vio truncado por las lesiones, algunas de gravedad como la rotura de ligamentos de una de sus rodillas. Pero Vega se rehizo y pudo volver al primer plano del baloncesto patrio, convirtiéndose en una jugadora importante en los equipos que tuvieron la fortuna de poder contar con ella. En uno de ellos nacería una relación fuerte y duradera, como fue en Zaragoza. Un club que la pudo disfrutar en dos etapas. La última, con la que ha terminado su tiempo en la élite, pudiendo levantar el pasado año una nueva Copa, además como capitana, sobre la pista del Príncipe Felipe y con una grada plagada de seguidores que tanto le han aplaudido a lo largo de estos años militando en el conjunto aragonés.
Unos años en el 5x5, donde ha confesado que su incursión en paralelo en el 3x3, le ha hecho mejor en la modalidad donde más tiempo ha estado presente Un idilio que arrancaba hace casi 10 años. Los Juegos Europeos les daban una oportunidad que le ha cambiado la vida, donde además, Bakú les ofrecía la oportunidad de colgarse una medalla de bronce, que de esta manera seguía agrandando una brillante hoja de servicios en su carrera profesional. Un primer intento fallido de ser olímpica no le arrancó las ganas, una vez más, de estar en unos Juegos Olímpicos. Así continuaron trabajando y pronto, precisamente a los pies de la Torre Eiffel, se proclamaban campeonas continentales. Algo, que hace 1 año, era refrendado con el subcampeonato europeo, que no hacía más que reafirmar las posibilidades de un póker de jugadoras, que también en la localidad húngara de Debrecen, cerraban el pase a París.
A la segunda ha sido la vencida, haciendo justicia a una trayectoria que merecía una guinda de primer nivel, como es medirse bajo la mirada de los dioses del Olimpo, que a buen seguro, verán la mejor versión de una competidora única y que dejará huella en una modalidad que ya tiene escrito su nombre con letras de oro.