El equipo kazajo podría emprender acciones legales contra la televisión France 2, donde el presentador de la etapa consideró en directo que a rueda trasera de Nibali seguía rodando sospechosamente tras la caída
VALENCIA. El equipo Astana amenazó hoy con presentar acciones legales contra la televisión pública francesa "France 2", después de que uno de sus comentaristas insinuara ayer que la bicicleta de su corredor Vincenzo Nibali en el Tour de Francia llevaba un motor.
El comentario tuvo lugar a propósito de la caída sufrida por Nibali, a falta de unos 12 kilómetros de la meta, la misma en la que se vio envuelta el líder de la general, el británico Chris Froome.
El presentador del programa posterior a la etapa, Gérard Holtz, consideró en directo que la rueda trasera de la bici de Nibali seguía rodando de forma sospechosa varios minutos después de la caída.
"No tengo mala voluntad, soy cualquier cosa menos alguien con mala voluntad, pero es cierto que tarda mucho en pararse", afirmó el periodista.
Ese comentario, que posteriormente fue matizado por el exciclista Cédric Vasseur, que sigue el Tour para esa televisión a bordo de una moto, no pasó inadvertido a Astana, que emitió hoy una nota amenazante con la televisión.
El equipo recordó en su comunicado que la bicicleta de Nibali ha sido sometida a todos los controles diarios de la Unión Ciclista Internacional (UCI), sin que se haya encontrado ninguna anormalidad en la misma.
Además, la formación kazaja, así como el ciclista, "se reservan el derecho de emprender acciones legales" contra la televisión o el periodista "en caso de que se ponga en peligro la imagen del equipo o del deportista".
Con cierta ironía, Astana agradece el buen trabajo de la empresa que les proporciona los rodamientos cerámicos por su buen funcionamiento, "y que aparentemente tardan mucho en dejar de rodar en caso de caída".
Las autoridades francesas vienen repitiendo sistemáticamente que ninguna de las bicicletas del Tour tiene motor, como ponen de manifiesto los resultados de los análisis de una cámara de gran potencia puesta a su servicio capaz de detectar un grano de arena en el cuadro de una bici.
"Estamos seguros de que en el Tour no hay dopaje tecnológico", afirmó el secretario de Estado para el Deporte de Francia, Thierry Braillard.