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el gesto empaña EL GOL de un jugador que calleja quiere recuperar 

Dani Gómez: ángeles y demonios

18/10/2023 - 

VALÈNCIA. Un gesto que agitó a parte de la grada del Gol Orriols, un gol que termina con la sequía de año y medio sin anotar -desde abril de 2022, en Los Cármenes, con la camiseta del Levante y en Primera División-, y unas disculpas que convencen a unos y saben a poco para otros. Dani Gómez vivió de todo en apenas unos segundos, después de abrir la lata frente al Racing de Ferrol para, a la postre, sumar unos tres puntos que aúpan al conjunto de Javi Calleja a la zona más noble de la clasificación en Segunda, al borde del ascenso. Y que hacen del próximo choque de Tenerife una jornada de altos vuelos. Independiente de esas consecuencias, el madrileño marcó y se llevó la mano a la oreja en señal de desaprobación al Ciutat, que antes había reprochado con música de viento una jugada anterior del ariete en que había ralentizado un posible ataque. Y después, las disculpas inmediatas tras la celebración del tanto, cuando el entrenador le sustituyó y en zona mixta, donde entonó de nuevo el 'mea culpa' y pidió un perdón "de corazón"

Es el resumen de la extraña noche en que salieron los demonios de Dani Gómez. Regresó a Orriols después de jugar solo 125 minutos en toda su temporada de cesión en el Espanyol, un club que adquirió por él un derecho de tanteo al finalizar el curso a préstamo que jamás ejecutó. El futbolista de Alcorcón topó con la realidad en Cornellà y no encontró su sitio ni con Diego Martínez, primero, ni después a las órdenes de Luis García. Todo ello, claro, tocado por las lesiones. Se perdió diez partidos entre problemas físicos y una dura sanción de cuatro partidos por "empujar al árbitro" en el partido de la primera de Copa del Rey. Una acción fortuita y del todo polémica, parecida a la que, también en la competición del KO, sufrió Vicente Iborra y con la que el TAD también se limpió las manos.

Aquello le ocurrió al '9' granota en medio del parón por el Mundial de Qatar, que frenó la Primera División y, por tanto, dejó al delantero dos meses y medio sin competición. "Una etapa complicada", definió él mismo en zona mixta, que le hizo sacar la rabia de alguna forma una vez se desquitó de la ansiedad reconocida por convivir sin el gol. Ese conato de explosión contra su propio público provocó que incluso sus compañeros trataran de apaciguar las aguas en un momento concreto, sobre el mismo césped y en el mismo festejo del gol, para que el tendido aplaudiera al jugador. El Ciutat, por aceptación de la petición de sus pupilos o desconocimiento de lo que había ocurrido en aquella esquina -el gesto de Gómez no duró más que apenas unos segundos- acabó entregándole un aplauso generalizado, por parte de la gran mayoría de los 13.000 levantinistas en la grada.

A todo ese cóctel hay que sumar que en junio fue sometido a una intervención en el tobillo izquierdo que le privó de una pretemporada al uso y llegar a tiempo a la primera jornada de Liga. Sin embargo, Calleja ha manifestado en varias ocasiones su gusto por el delantero y la necesidad de recuperar para la causa su mejor versión, aquella que ofreció ya en Segunda en las filas del Tenerife. Incluso el entrenador ha defendido a su futbolista de otras ocasiones en que ha escuchado música de viento en el Ciutat. "Tiene un fallo y parece que no es el mismo error que tenga otro compañero. Hay compañeros que se equivocan igual que él y no pasa absolutamente nada, seguimos trabajando y no apuntamos ni señalamos. Estoy convencido de que esas dudas o pitos los va a convertir en aplausos", dijo Calleja hace dos semanas. 

Sea como sea, el gol ayuda a Dani Gómez para ser importante en un equipo donde la ofensiva tiene el nombre de Mohamed Bouldini escrito en mayúsculas. No obstante, Calleja ha alineado a madrileño y marroquí juntos en varios encuentros: Oviedo, Alcorcón, Eldense, Elche... y, aunque en Albacete estuvo solo en punta y la explosión de Fabrício le llevó al banco ante el Racing de Ferrol, ahora la lesión del brasileño y su buen hacer de la última jornada le vuelven a abrir a Dani la puerta del once. Es ese el ángel que aparece en el horizonte del alcorconero, que, al menos, se ha quitado de encima la losa del gol. Ahora se le abre otro escenario, el de convencer al sector del levantinismo que necesitará más de un gol y de dos para perdonar gestos o aquella última temporada en la élite en que, tras el descenso, trasladó su deseo de continuar su carrera en Primera.

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