VALÈNCIA. El Elche, que ha regresado este miércoles a los entrenamientos, preparará el partido del próximo domingo ante el Villarreal con sesiones a puerta cerrada tanto en el campo habitual de entrenamiento, el Díez Iborra de la Ciudad Deportiva, como en el Martínez Valero.
El conjunto ilicitano, que recupera para este partido a Diego González y Fidel Chaves, bajas ante el Espanyol en Barcelona por sanción, justifica la decisión de no abrir las sesiones al público y a los medios para cumplir el nuevo protocolo de prevención del Covid “con el objetivo de proteger lo máximo posible la 'burbuja' alrededor del primer equipo”.
Desde el comienzo de la temporada, el club ilicitano permitía, al menos en una sesión a la semana, la entrada de los medios a los primeros minutos de una sesión, pero tras el repunte de los contagios ha decidido cerrar los entrenamientos.
Las únicas dudas del entrenador, Francisco Rodríguez, para el partido ante el Villarreal son las del delantero Lucas Boyé, baja de última hora la pasada jornada por unos problemas musculares, y la del guardameta Kiko Casilla, fuera del equipo durante las tres últimas semanas por una dolencia en el tobillo.