El Levante cierra con déficit el ejercicio y fía sus grandes ventas al resto del mercado

VALÈNCIA. Era de esperar. El Levante cierra el ejercicio 20/21 con pérdidas tras no cerrar ninguna de las grandes ventas necesarias para alcanzar los 16,5 millones de euros presupuestados y aprobados en junta en concepto de salidas de futbolistas. Era una situación estudiada en Orriols desde la aprobación, tal y como comentó el presidente, Quico Catalán, públicamente: si no se vende antes del 30 de junio, resultará un déficit y habrá que vender durante el resto del mercado. Voilà. 

El máximo mandatario no cerró la puerta a alguna venta antes de que julio llegara al calendario, pero ya advirtió de que eso iba a ser algo parecido a una hazaña. Sin conversacion concretas por De Frutos, con el lastre que ha supuesto la lesión de Campaña en una venta que ya se escribía en las páginas del Ciutat y sin nada serio, de momento, con la baza de Bardhi. 

El Levante ha de fiarlo casi todo a este efecto a los meses de julio y agosto. Es seguro que habrá más salidas, pero está por ver el montante que puede meter el club en su caja en un mercado absolutamente paralizado en lo que se refiere a desembolsos. No solo son los levantinistas quienes rastrean en busca de oportunidades de mercado como la de Soldado o fichajes y cesiones a bajo o ningún coste. 

En el horizonte del Levante todavía restan jugadores con el futuro complicado en la ciudad: Sergio León, con el fichaje de Soldado y el overbooking que hoy existe en la parte ofensiva, es el deseado por club y entrenador para coger la rampa de salida. Coke, con un año de contrato más, también está pendiente de cristalizar su futuro. Vukcevic, renqueante de su citalgia, es otro de los chekcs en las listas de la secretaría técnica como posible salida... Serían ventas que, al menos, liberarían masa salarial en el club, como ha ocurrido en el caso de Toño. 

El lateral ha salido finalmente de Orriols a través del corte de contrato estipulado por no cumplir el hito de jugar 75 partidos en las dos últimas temporadas. Con indeminzación, la salida de Toño le ha costado dinero al Levante, pero su ficha, en relación con su rendimiento este curso, era una de las importantes. La marcha ideal consistía en un traspaso, pero se terminó por anunciar la rescisión en el último día previo a que expirara el derecho del club a ejercerla. Con las previstas finalizaciones de Rochina y Doukouré, el Levante ahora se centra en 'tapar' el hueco del lateral zurdo, limpiarle a Soldado el polvo en la delantera y acometer las grandes ventas del verano.