El Levante reduce a la mitad su valor estimado de plantilla en dos temporadas

VALÈNCIA. Las consecuencias de los dos últimos no ascensos y la delicada situación económica del Levante se palpan en la planificación deportiva que, por circunstancias, ha habido de diseñar Felipe Miñambres. En los dos últimos años, la valoración estimada (en millones de euros) del vestuario granota se ha reducido a la mitad, de entorno a 40 millones al inicio de la temporada 22/23 -la primera en Segunda División tras el descenso del curso anterior- a los alrededor 20 con los que ha arrancado la actual. De por medio, dos campañas en las que no se ha logrado regresar a la élite, algo que primero estuvo marcada en letrero luminoso en el seno del club como gran objetivo y, después, se renombró por "ilusión".

Miñambres aseguró este martes haber quedado "contento" con la plantilla que ha dejado a Julián Calero, pero hizo dos matices: satisfecho "con la situación que tenemos" y siempre con el asterisco del "central que nos hubiese gustado firmar" para completar el róster de jugadores con el que cuenta hoy el técnico madrileño, quien, durante el mercado, aseguró que era necesario apuntalar la línea trasera con uno o dos refuerzos. Se refería el entrenador al central, donde ahora tiene tres hombres más Iborra; y a uno de los laterales, donde cuenta con dos piezas con 'ficha B' como teóricos suplentes. De ello, también se defendió Felipe: "Tú cuentas a Marcos Navarro de una forma y yo, de otra", argumentó.

No obstante, Calero pudo ver satisfechos sus deseos de retener a Pablo Martínez, algo que el ejecutivo astorgano también valoró: "Si me quedo con dos millones más, pero sin Kocho ni Pablo Martínez en plantilla...", reflexionó Miñambres. Sea como sea, con el georgiano y el capitán en plantilla, y sin que el director deportivo descartase la oportunidad de continuar vendiendo jugadores en el mercado de invierno -e incluso todavía se peinan posibles salidas como la de Óscar Clemente rumbo a ligas con mercados todavía abiertos-, la plantilla del Levante ha quedado debilitada en cuanto a valor estimado. 

El portal especializado Transfermarkt otorga a la actual plantilla granota un valor de unos 20,2 millones de euros, contando a los 18 futbolistas de primer equipo y otros con ficha de filial pero en dinámica absoluta de Calero (Marcos Navarro, Xavi Grande, Alfonso Pastor o Víctor Fernández Jr., puesto que estos dos últimos iban a ser inscritos en la primera plantilla pero hubo que "dar un paso atrás" con sus fichas en pos de las inscripciones del propio Pablo Martínez e Iborra). 

Este verano se han dado bajas importantes en Orriols, aunque el grueso de los futbolistas de relevancia que no continúan se han marchado con fin de contrato. Es el caso de Postigo, Álex Muñoz, Joan Femenías o Cantero. Sin el traspaso necesario y previsto por la dirección deportiva, que pretendía hacer cristalizar la primera oferta -considerada insuficiente en primera instancia- del Rayo Vallecano por Pablo, el club solo ha conseguido recabar algo más de medio millón de euros por sus ventas: la marcha de Bouldini -que podría alcanzar los 500.000 euros si se cumplen una serie de variables en el Deportivo-, la ejecución de la cláusula de salida de Franquesa al Leganés o la cesión con cargo de Dani Gómez al Valencia. 

Felipe Miñambres lamentó en sala de prensa no haber podido capturar un mercado tan provechoso como el del pasado verano. Y es que en 2023, el leonés logró hacer ventas por valor de 20 'kilos' y, con ello, redujo considerablemente el valor real de plantilla que La Liga otorga a cada equipo. El problema es que el Límite de Coste de Plantilla del Levante, cuya actualización será pública el mes próximo, también se redujo hasta el punto de que el exceso de la entidad granota a este efecto acabó siendo incluso mayor. El gasto en plantilla deportiva que marcaron las últimas cuentas del club es, exactamente, de 16,425 millones de euros, mientras que el LCPD marcado por la competición es de 4,7. Habrá refresco de estos números. 

Con todo ello, antes de iniciar el curso pasado, contabilizando futbolistas como Rubén Vezo -que acabó saliendo en febrero- y sin incluir a Nikola Maras -que sustituyó al portugués- el valor estimado de Transfermarkt es de 29,1 millones de euros, por lo que ha habido una reducción de casi 10 millones de estimación respecto a la fotografía de plantilla de hace un año. Hace dos, en aquella primera temporada de reinicio en la categoría de plata, el portal especializado tasaba el vestuario del Levante en casi 45 millones de euros, siendo entonces la segunda plantilla más cara del campeonato, tras la del Granada que sí acabó consumando el ascenso.