VALÈNCIA. El Levante UD dio una vuelta de tuerca importante respecto a recuperar un papel protagonista en el fútbol femenino español hace dos años. El club, cuya sección femenina es de las históricas en España, además de amasar un importante palmarés (cuatro Ligas y seis Copas de la Reina, además de dos Supercopas de España), superado el periodo en el que la economía obligó a hondos recortes, se marcó un plan para volver a pujar fuerte por los títulos nacionales y, de forma clara, pujar por acceder a los puestos que dan presencia en la Women's Champions League.
La pasada campaña, primera en el desarrollo de este plan, se concretó una tercera plaza en la liga femenina, pero muy alejadas quedaron las futbolistas de Kino García, entonces, del Atlético de Madrid, campeonas del torneo regular, y del FC Barcelona, segundas. Las madrileñas sumaron un total de 84 puntos, las catalanas 78, mientras que las levantinistas se quedaron muy lejos con 57. El UDG Tenerife, cuartas, se quedaron solo a tres puntos de las azulgrana.
La temporada 2019-2020 se comenzó a dibujar primero por un cambio en el banquillo. Llegó la andaluza María Pry, procedente del Betis, que vino acompañada de la central cordobesa Rocío Gálvez. Además, firmó a la lateral brasileña Jucinara Soares (Valencia CF), a la centrocampista castellonense Gemma Gili y la macedonia Natasa Andonova (FC Barcelona), y a las atacantes Alba Redondo (Fundación Albacete) y Esther González (Atlético de Madrid). Algunas de estas jugadoras han ido dando forma a un once tipo junto a integrantes que ya estaban en la casa levantinista como Ivana Andrés, Ona Batllé, Maitane López, Claudia Zornoza, Estefanía Banini y Eva Navarro.
'Completada' la primera vuelta de la Primera Iberdrola, el Levante se sitúa en tercera posición con un 29 puntos en 14 partidos (falta disputarse la jornada xx, en la que desarrolló la huelga por el convenio colectivo). El Atlético de Madrid es segundo en la tabla con 33 puntos, de forma que solo separan cuatro puntos a valencianas (9 victorias, 2 empates y 3 derrotas) y madrileñas (10 triunfos, 3 empates, 1 derrota). El FC Barcelona se desmarca de estos equipos, disparado con 40 puntos y escasas grietas que hagan pensar en que se escurra excesivamente en la segunda vuelta.
El trabajo de María Pry con su plantilla fue de menos a más. Tuvo un comienzo irregular de juego, y un tanto en resultados, pero progresivamente la adaptación general fue cuajando. Un modelo de equipo que une bien las líneas, que presenta rigor táctico, que tiene bien consolidado el sistema defensivo y que combina el juego de ataque en transición (preferentemente) y directo.
Con las rotaciones precisas en cada momento, el Levante tiene un once tipo claro: Paraluta en portería; una línea defensiva con la capitana y líder Ivana Andrés en el eje y Rocío Gálvez como pareja de centrales, con una Ona Batllé imponente y Jucinara Soares por la izquierda, aunque tiene sus opciones Corredera; en el centro del campo es clave la figura de Gemma Gili, que fue entrando en el equipo, con nombres como Maitane y Zornoza; mientras que el corte ofensivo se viene definiendo con la argentina Estefanía Banini, la murciana Eva Navarro y la albaceteña Alba Redondo.
Un punto fuerte del Levante es su sistema defensivo. Si bien es cierto que el Barcelona, con solo cinco tantos en contra, se diferencia en números en este aspecto, el conjunto valenciano es el segundo que menos encaja (13). Pero lo relevante es la sensación: equipo fuerte, sólido, rotundo generalmente, que une bien sus filas, lideradas defensivamente por la internacional Ivana Andrés.
El equilibrio en el centro del campo nace de la conjugación entre Maitane, Gemma Gili (4 goles y 3 asistencias) y Zornoza, que arma luego el juego hacia la habilidad de Banini (3 goles), la explosividad de Eva Navarro (6 goles) y la referencia como '9' de Alba Redondo (5 goles).