VALÈNCIA. El Valencia CF se realizará este miércoles los test de LaLiga para la vuelta a los entrenamientos en la ciudad deportiva de Paterna. El conjunto de Celades espera un cien por cien de negativos para comenzar a trabajar en la ciudad deportiva de Paterna y preparar las once jornadas restantes de campeonato.
El Valencia CF, paciente cero de la competición, tuvo un 35% de positivos en los test realizados tras los partidos de Atalanta y Alavés, con lo que resultó uno de los equipos más afectados por el Covid-19. Aquel partido en San Siro contra el Atalanta, es el acontecimiento en el que se ha puesto el punto de mira como foco de expansión del virus.
Casos como los de Gayà, Garay, Mangala o Camarasa han sido superados con la cuarentena y durante este miercoles volverán a testear si han superado el coronavirus por completo. El propio Gayà comentó hace unos días en el Partidazo de COPE su proceso para superar la enfermedad: "Yo en teoría ya he pasado el COVID-19. Volví a dar negativo hace dos semanas y ya lo he superado. Me hicieron el primero para detectar y luego ya me hicieron un segundo y di negativo. En mi caso personal han sido dos test. Yo no he tenido ningún síntoma, he tenido cansancio general algún día. Pero estando en casa todo el día es normal. No he tenido fiebre ni tos".
Parte de la plantilla del Valencia CF no está por la labor de volver al trabajo sin las medidas de seguridad que garanticen al máximo que no van a volver a pasar por un brote de coronavirus en el vestuario.
Así, la pasada semana salieron a la palestra dos futbolistas con una visión diferente, por un lado Gabriel Paulista, con un discurso más conservador y por otro Jose Luis Gayà, con la idea de terminar la liga. No obstante el de Pedreguer sí que se ha mostrado reacio ante la idea de concentrarse varias semanas sin poder ver a sus familias y lo calificó como una "locura".
En lo que coinciden todos los jugadores es en que la medida de estar fuera de casa y apartados de sus familias tanto tiempo es demasiado. Parte de los futbolistas prefieren esperar a que jugar no sea un riesgo y poder estar junto a sus familias mientras tanto.