El Valencia CF tanteó a Marc Bartra para reforzar la defensa en un intento a la desesperada por fortalecer el lateral derecho. Los hechos sucedieron en la parte final del mercado invernal debido a las necesidades que planteaba el costado derecho de la zaga
VALÈNCIA. El Valencia CF tanteó a Marc Bartra para reforzar la defensa en un intento a la desesperada por apuntalar el lateral derecho. Los hechos sucedieron en la parte final del mercado invernal debido a las necesidades que planteaba el costado diestro de la zaga. A esta situación se unían la acumulación de partidos que propiciaron una mayor cantidad de bajas y un incremento del cansancio.
De todos es sabido que la primera opción del club pasaba por recuperar al portugués Joao Cancelo cedido por el club valencianista en el Inter. Hasta incluso Jorge Mendes intentó mediar con los italianos para que se rompiera el contrato de cesión del luso y retornara a Valencia. El jugador quería volver, el Valencia deseaba su vuelta, y el Inter dijo "nones". Spalletti se mostró inflexible a dejar salir al futbolista y el Valencia tuvo que volcarse en otros objetivos.
Así que el siguiente en la lista fue Matteo Darmian, el lateral italiano del Manchester United. Pese a la buena relación que hay entre la actual parcela del club que toma las decisiones en fichajes, y los agentes del jugador, la contratación no pudo avanzar por el alto precio que los diablos rojos pedían por dejarle marchar.
Así que los días iban pasando y el lateral derecho no llegaba. Entonces apareció sobre la mesa el nombre de Marc Bartra. Pese a que su posición natural es la de central, Bartra podía adaptarse a la de lateral derecho ya que no era una posición desconocida para el catalán ni en su periplo en el Barça ni en el tiempo que militó en el Borussia Dortmund. El Valencia sabía que Bartra quería salir del conjunto alemán y de hecho se estaba moviendo para ello. El nuevo entrenador del conjunto alemán, Peter Stoger no lo quería en el equipo y por eso pretendía una salida. Además el jugador buscaba un lugar en el que poder optar a jugar el Mundial de Rusia este verano con la selección española. Pese a los diez millones de euros que pidieron los germanos, la operación era viable debido a los cómodos plazos que permitía el equipo amarillo. De hecho, el Betis no comenzará a pagar ni un sólo euro antes del próximo verano.
Iniciados los contactos con el entorno más próximo del jugador -quienes no veían con malos ojos volver a España en un club como el Valencia-, hubo una dificultad que impidió avanzar lo suficiente como para cerrar la operación. A Bartra se le explicó que su cometido fundamental en el Valencia iba a ser el de reforzar el lateral derecho. Esta situación no gustó al futbolista quien entendía que el lugar en el que más puede rendir y más cómodo se encuentra (y por tanto más le puede acercar al Mundial) es el eje de la zaga. Así que acabó declinando la oferta valencianista y decantándose por el Betis.
Por tanto, el Valencia CF estuvo hasta última hora buscando en el mercado para cerrar el tercer refuerzo. Si Bartra hubiera accedido, muy posiblemente, estaría a día de hoy correteando en el costado diestro de la zaga del equipo de Marcelino.