VALÈNCIA. El Valencia Femenino está a punto de despedir un año para olvidar, marcado por las numerosas lesiones y en el que en ningún momento ha encontrado su mejor versión sobre el terreno de juego, a pesar de haber tenido hasta tres entrenadores distintos a lo largo de estos doce meses.
El Valencia dijo adiós al 2019 el pasado fin de semana con un discreto empate ante el Madrid CFF que, eso sí, rompió con una dura racha de cinco derrotas consecutivas que le han colocado con solo cuatro puntos de ventaja respecto a la zona de descenso de categoría.
Uno de los principales hándicap del equipo han sido las lesiones, ya que si jugadoras como Mandy, Carro y Beristain se perdieron buena parte de la temporada pasada al sufrir la rotura del ligamento cruzado anterior, el Valencia tuvo hasta nueve bajas por lesión en el último partido del año en Madrid.
El Valencia acabó la temporada pasada en la octava posición de la Primera Iberdrola con apenas 35 puntos, tras ocho victorias en toda la campaña, y, de hecho, concluyó más cerca de los equipos que pelearon hasta el final por la permanencia que del séptimo clasificado.
El equipo valenciano no arrancó del todo mal el año, estuvo sin perder entre la decimoctava y vigésimo cuarta jornada, pero cuando parecía que podría remontar en la clasificación volvió a entrar en crisis y el club anunció el 15 de abril la destitución del técnico Óscar Suárez para confirmar la llegada de Carolina Miranda hasta final de temporada.
El relevo en el banquillo, justo antes del derbi en Mestalla ante el Levante, no sirvió para nada y con Miranda el Valencia perdió de forma contundente las tres últimas jornadas y, además, también había sido eliminado en la primera ronda de la Copa de la Reina al perder en casa por 1-2 ante la Real Sociedad.
El Valencia dio una vuelta de tuerca más al proyecto y contrató a Irene Ferreras, procedente del Rayo Vallecano y modificó sensiblemente su plantilla. Futbolistas como Bea Beltrán, Berta Pujadas, Curtin, Bonsegundo, Asun o Viola Caligaris llegaron a la plantilla pero Ferraras no ha podido, hasta ahora, sacar su máximo rendimiento.
A pesar de que el inicio de la presente temporada no fue del todo malo, con tres triunfos en las primeras siete jornadas de la Primera Iberdrola, el Valencia no ha ganado en los dos últimos meses de competición y arrancará 2020 con la necesidad de romper esta mala racha ante el Deportivo de la Coruña.