VALÈNCIA. Justo el día en el que se cumplían 15 jornadas sin que el Valencia CF complete en el mercado ni una sola operación de entrada ni de salida, llegó un nuevo contratiempo: la grave lesión de Cristiano Piccini. El lateral derecho tuvo que abandonar Paterna en ambulancia e instantes después se confirmarían las peores previsiones: fractura en la rótula de su rodilla derecha. El tiempo estimado mínimo de baja oscila entre los 3 y los 4 meses.
Así que, como la lesión del italiano ha llegado dentro de la ventana de fichajes del mercado de verano, el Valencia CF tiene hasta el lunes para encontrar un sustituto. Realmente no parece mucho tiempo dado el inmovilismo mostrado hasta la fecha, aunque el club se ha movido rápido y ya ha contactado, según su agente, con el lateral del Nápoles Hysaj.
A mediodía de ayer se produjo una reunión de urgencia de la parcela técnica del club en la que se llegó a una conclusión unánime: hay que fichar otro lateral. De hecho Marcelino ya pidió un refuerzo tras la lesión de Soler e insistió en Rafinha, pero no parece que dicha demanda vaya a ser atendida desde la propiedad del equipo.
Parece que la evidencia del contratiempo será capaz de poner de acuerdo a las dos partes protagonistas de la crisis este verano. En la actualidad el Valencia CF sólo tiene a Daniel Wass como futbolista que pueda actuar en la parte diestra del lateral, así que se hace primordial buscar un efectivo en el mercado.
El perfil que se busca es el de un futbolista que no sea de complemento y pueda entrar en la rotación con el danés Wass desde el primer minuto. Se busca un jugador experimentado, y eso a las alturas de mercado en las que estamos no va a ser tarea fácil ni liviana para las arcas del club.
Así que no se descarta buscar una cesión de algún futbolista que pudiera estar condenado al ostracismo en la plantilla de alguno de los grandes equipos europeos o que hubiera pedido salir. Si para algunos puestos, la dirección deportiva decidió arriesgar con alguna incorporación joven como proyecto de futuro, para este contratiempo el planteamiento no ofrece dudas y se prefiere apostar por un jugador que no precise de periodo de adaptación.
El tiempo no sobra y el dinero tampoco, si finalmente llega el pulgar hacia arriba desde Singapur, parece que la dirección deportiva va a tener que enfrentarse a una complicada contrarreloj para no dejar al equipo (aún más) cojo en la primera fase del campeonato.