VALÈNCIA. Luis García Plaza es uno de los candidatos al banquillo del Levante la próxima temporada. Con el futuro de Alessio Lisci en el aire, el posible descenso obligará a Felipe Miñambres a buscar alternativas tanto en el banquillo como en la plantilla, y el director deportivo ya plantea escenarios en Segunda División de cara a la siguiente temporada. Luis García fue cesado el pasado martes de su cargo en el Mallorca tras perder seis encuentros consecutivos que han sumergido al equipo en puestos de descenso y tiene vía libre para ser el próximo inquilino del banquillo del Ciutat. Está entre los futuribles, tal y como informó Plaza Esports de la 99.9 Plaza Radio. Mientras, eso sí, el cuadro granota apura sus opciones de mantenerse en la categoría, aunque ya son ocho los puntos que le separan de la orilla con 27 por disputar.
De momento, Luis García es simplemente una opción que no se pierde de vista, con máximo respeto al trabajo del italiano por lograr la complicada salvación. Pero lo cierto es que su despido de Son Moix despeja el hipotético camino del madrileño hacia Orriols. El técnico aseguró en su despedida, entre llantos, que se marcha del conjunto bermellón con la "conciencia tranquila" y explicó que se enteró de su cese por los medios de comunicación. Hoy el Mallorca trabaja por la contratación del mexicano Javier Aguirre, que será su sucesor si nada se tuerce.
Sin embargo, Luis García deja en Mallorca grandes relaciones y momentos, como el ascenso de la pasada temporada a la Primera División. El exgranota tiene sobrada experiencia en ascensos a la élite, pero ayuda su cercana temporada en que devolvió al Mallorca a Primera tras una campaña en la categoría de plata. Algo que, en caso de ser el definitivo nuevo entrenador del Levante tras el posible descenso, tendrá que repetir. Eso sí, la gran hazaña de Luis García ocurrió en 2010, cuando subió con su Levante de manera inesperada. Fue toda una gesta en su periplo como azulgrana, entre 2008 y 2011, cuando abandonó el Ciutat rumbo a Getafe.