VALÈNCIA. (EFE) Los capitanes del Villarreal Mario Gaspar y Raul Albiol levantaron el trofeo de la Liga Europa que el Villarreal obtuvo tras marcar once penaltis ante el Manchester United en la final de la competición, mientras buena parte de los 2.100 aficionados desplazados a Gdansk para presenciar el partido lloraban al no poder contener la emoción de ver ganar a su equipo.
Antes de recibir el trofeo, los jugadores del Villarreal hicieron pasillo al rival en su camino a por las medallas conmemorativas y después, cuando les correspondió recogerlas a ellos, muchos besaron el trofeo antes de que los capitanes lo levantaran.
Posteriormente, dieron la vuelta de honor, cortaron la red de la portería en la que se resolvió la final y se abrazaron y empezaron a realizar fotos y a ondear banderas.
Paralelamente, aficionados que no habían viajado llenaron las calles de Vila-real para celebrar el éxito con seguido por un equipo de una localidad de 51.000 habitantes que había ganado a un rival de la historia del Manchester United en una final resuelta de una forma que no tenía precedentes, pues necesitó de veintidós penaltis para coronar campeón al conjunto castellonense