VALÈNCIA. La guerra de Meriton contra el resto del planeta estalló definitivamente en la mañana de ayer cuando Anil Murthy emitió un comunicado por la web del Valencia CF acusando al president de la Generalitat de irresponsable por sus palabras de la falta de credibilidad de los gestores del club, y de mala gestión durante la pandemia de COVID.
La misiva, que traspasa todas las líneas rojas imaginables, viene a enmarcarse dentro de la política de Meriton de vivir ajena al entorno sin importarle lo más mínimo las consecuencias de los hechos.
De entrada, Murthy ya recibió la andada de Ximo Puig ayer nada más finalizar el encuentro del martes: "Estamos como en septiembre. La credibilidad y el crédito de Meriton está bajo mínimos en la sociedad valenciana y se lo he transmitido con total claridad. No hay alternativa para cumplir la ley. Nosotros gestionamos la legalidad. Nos interesa que el Valencia tenga futuro, es un gran club". Y añadió: "Los gestores del Valencia no tienen crédito respecto a esta situación. En estos momentos, lo que queda es cumplir la ley. Si no se hace, pues se producirá lo que se tenga que producir".
Que las instituciones le han dado la espalda a los rectores del club es una evidencia. A los constantes avisos de Joan Ribó y de Sandra Gómez, en el día de ayer se vivieron dos nuevos capítulos. El alcalde Ribó declaró que "Se debe decir con mucha claridad: Ya está bien de no respetar, en primer lugar, a los aficionados del club de fútbol; en segundo lugar, a la ciudad de València y, por supuesto, a la Generalitat. Ya está bien. Aquí hay una serie de leyes que Meriton y cualquier persona deben cumplir porque estamos aquí", y fue aún más lejos al advertir: "no estábamos dispuestos a prolongar la ATE, a ampliarla en el tiempo si no había una opción muy clara de que comenzaban las obras --el reinicio de las del nuevo Mestalla-- y de que comenzaba a haber cosas tangibles. Se tomarán las medidas necesarias por no cumplir los plazos de la ATE".
En ese mismo sentido se expresó la vicealcaldesa Sandra Gómez: "La ATE ya está muerta. No hay plan, no hay una dirección para encontrar una solución y cumplir los plazos. Lo responsable es decir 'basta´".
Incluso por segunda vez, situación muy rara de ver, el PP ha mostrado por segunda vez en pocas semanas alineada con las tesis públicas mostradas por los partidos que componen el equipo de gobierno consistorial. De este modo, la portavoz municipal del PP en València, María José Catalá, ha instado a las instituciones públicas a que "se pongan muy serios con la situación de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) del Valencia CF en el nuevo Mestalla y que busquen una solución para el club y para la ciudad".
Pero no sólo ha roto Meriton amarras con las instituciones políticas. Cualquiera que sea el núcleo de valencianismo libre que haya osado cuestionar a Meriton, ha sido torpedeado o ajusticiado por el club. Este fue el caso -sin ir más lejos- de Mario Alberto Kempes. La leyenda argentina fue despedido como embajador internacional del club después de unas críticas a la gestión de Peter Lim en 2016: "Señores, lamentablemente, estamos en presencia de un equipo que está perdido. No hay juego, no hay dirección y son pocas las ganas que se ven". Poco después el entonces director de comunicación del club, Damià Vidagany, le comunicaba que dejaba de trabajar con el club, situación que lejos de arredrarle, le espoleó a continuar criticando aquello que le pareciera mal. Tan grave como dicho veto fue el puesto en marcha por el propio Murthy al negarse a que el club participara en un acto benéfico contra el cáncer infantil al estar gestionado por el ex guardameta del club Santi Cañizares, quien también ha mostrado un talante crítico con la gestión de Meriton desde su condición de comentarista radiofónico y televisivo.
No mejora la cosa con futbolistas recién salidos del club o ex entrenadores, incluso con el actual entrenador. En cuanto a ex jugadores, el club aprovechó la publicación que controla "Batzine" para cargar contra el rendimiento del Dani Parejo en el Villarreal, situación que provocó una rápida reacción en las redes sociales oficiales del equipo amarillo. Kondogbia acusó a Anil Murthy de mentirle y de haber sido el artífice de la destrucción de un proyecto ganador, y la salida de Marcelino tampoco estuvo exenta de acusaciones veladas por parte de Murthy y de su -entonces- hombre fuerte en comunicación, Román Bellver, quien aseguró en una junta general que no iban a hablar de Marcelino ni de Alemany "para no manchar su reputación".
También se sumó a la colección este verano la agrupación de Peñas. Pese a algún momento en que las líneas de pensamiento se mostraron próximas (encendida defensa de Fede Sagreras de la gestión del club cuando se despidió a Marcelino), este verano la agrupación votó por mayoría emitir un comunicado en el que se criticaba la gestión de Peter Lim y se pedía la dimisión de Anil Murthy. La respuesta no tardó en llegar y a los pocos días Meriton expulsaba a los peñistas del bajo del estadio de Mestalla en el que la Agrupación tenía la sede, viéndose obligados a buscarse otra. Quizá esto explique la única adhesión de un colectivo popular que les queda, la de la Asociación del pequeño accionista que preside Vicente Vallés. En esta misma dirección cabe destacar también los intentos del club por crear una agrupación de peñas paralela, y que en los últimos meses se ha dedicado a enviar camisetas del primer equipo firmadas por la plantilla a las peñas. La mayoría de las peñas han ido devolviendo el regalo al club con un claro mensaje: "No queremos regalos vuestros, queremos que os marchéis".
Del mismo modo, se han mostrado altaneros, y beligerantes con las plataformas de oposición intentando desprestigiar a aquellas que están intentando reunir el 5% del capital para fiscalizar la gestión como Libertad VCF. Además el propio Anil Murthy se negó a recibir a la Plataforma "De Torino a Mestalla" pese a la petición formal de estos últimos.
De su relación con el aficionado de a pie, mejor no añadir mucho. Si en verano cayó la agrupación de peñas, Mestalla aún recuerda atónita cómo Murthy mandó callar a la grada como el César ante sus súbditos en el coliseo romano, ante la cara de estupor -entre otros de Mateu Alemany-. Desalojaron a la Curva Nord por serles también contestataria y los sacaron de su ubicación, para poner una grada de animación controlada por el club que fue un fiasco en su única temporada de vida. Además se han encargado en extender la imagen de Valencia como una ciudad xenófoba en reiteradas ocasiones y por diferentes cauces.
Y para acabar, su relación con los medios de comunicación tampoco es la más aconsejable. Vetos a algunos periodistas, y todas las trabas posibles a otros que se muestran disidentes con las versiones oficiales, el club llegó incluso a publicar en la web del club una carta contra un periódico impreso (Las Provincias) cuestionando su manera de hacer ejercer el periodismo.
Sólo dos colectivos de importancia se alinean por el momento con Singapur. El primero de ellos es la figura del presidente de La Liga, Javier Tebas. Curiosamente, el hombre que primero criticó la llegada de Peter Lim al fútbol español es ahora uno de sus más firmes defensores y pone al asiático como ejemplo de gestión en el balompié nacional. Más allá de dejar caer también en varias ocasiones la acusación de xenofobia sobre el aficionado valencianista y de alabar la venta de futbolistas por la merma de ingresos, nunca explica el porqué mermó la entrada de capital, la destrucción del modelo ganador que tan exitosamente implantó su recomendado Mateu Alemany. En todo ello tiene un gran peso la mediación de Lim en la oficina que La Liga abrió en el país del máximo accionista con la inestimable colaboración del mismo.
Y de momento los bancos lo sostienen porque paga religiosamente (aunque este verano ya se demoró en el pago de una de las cantidades a Bankia). Sin embargo la deriva económica que está tomando el club y la evidente desinversión ya ha conducido a que las entidades bancarias (según publicó plazadeportiva.com meses atrás) ya se hayan interesado por sondear posibles inversores si, llegado el caso- Lim se planteara una venta de la sociedad. Los bancos aguantan, de momento.