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Desidia y apatía: pocos se salvan en un Levante que asume su descenso

14/02/2022 - 

VALÈNCIA. Dani Gómez, De Frutos, Cárdenas... Y poco más. Pocos futbolistas se salvan de la quema en una nueva masacre en contra del Levante este domingo frente al Betis. Y los que lo hacen, sin demasiados alardes. Ha llegado un punto en la fatal tesitura deportiva del Levante que ya solo importa la honra del escudo y el respeto a una hinchada que, pese a todo y todos, sigue acudiendo al Ciutat a inflarse de dramas. La actitud de algunos futbolistas sobre la hierba evidenció que el vestuario -aunque Alessio Lisci adopte el lógico discurso de la matemática para seguir compareciendo en los estadios de Primera División y no esconderse entre las sábanas para no levantarse de la cama por las mañanas- ya asume el descenso a la categoría de plata. A partir de ahí, se abren diversos escenarios entre los futbolistas: los que pelean por el club, los que reman en sus respectivas situaciones personales y los que, a todas luces, han tirado la toalla. 

El planteamiento inicial se cayó demasiado pronto, antes del primer cuarto de hora, y al descanso ondeaba un nuevo batacazo en un Ciutat plagado de béticos. Solo dos goles de Dani Gómez propusieron una reacción irreal. La sensación fue en todo momento que, si el cuadro de Pellegrini apretaba el botón, el argumento del Levante se rompía de un plumazo. Y así fue. Con la suma de la pizca de mala suerte necesaria para dibujar una tragedia de las dimensiones que se palpan hoy en Orriols. Achuchó el Levante con el 2-3 y al minuto Fekir se inventó un lanzamiento de falta directa perfecto. En la primera, por cierto, que los granotas cometían para ganarse una amarilla en el encuentro. Cosas que, ante jugadores de ese calibre, pueden ocurrir. Lo que no puede pasar, y así lo subrayó Alessio tras el choque, es que en ocho partidos con el italiano al frente se hayan encajado 9 goles en jugadas a balón parado. Algo que el míster no se explica. Estas son las notas de PlazaDeportiva.com tras el Levante - Betis:

Cárdenas (6): Bien. Poco pudo hacer en los goles del Betis. El primero, tras un retruque; el segundo, vendido ante Edgar; quizá en el tercero pudo llegar a la colocada de Carvalho, pero con poca resposabilidad en el aclarado al luso; y el cuarto es un golazo. Protagonizó paradas de mérito para evitar la manita.

Miramón (4): Superado. Tello lo llevó loco. Sufrió de lo lindo en carreras al espacio y en ataque, en un carril largo, ofreció muy poco. Constantemente corregido por Alessio en su banda en la primera parte.

Vezo (4): Otra lesión. El Levante tiene seis centrales y tres están en la enfermería. El portugués notó un pinchazo y tuvo que ser sustituido en la primera parte por Róber Pier. No estaba cuajando un buen partido hasta ese momento, ni mucho menos.

Duarte (4): Sin contundencia. Tarde y mal. Fue víctima de la velocidad de juego del Betis y de la calidad de sus hombres de arriba para deshacerse de rivales y eliminar hombres de la presión. Espacios por doquier. Cuando la pelota va al piso y el oponente juega rápido, el costarricense sufre. 

Cáceres (5): Válido. Si el Levante estuviese en una situación algo menos dramática, Cáceres sería uno de los clavos a los que agarrarse para salvar la categoría y corregir la sangría en defensa. Sin alardes, tampoco se salva de la quema general en el maltrecho sistema defensivo granota. Es mejor que cualquiera de los demás zagueros con el balón en los pies y eso ayuda, pero ahí no está precisamente el problema más sangrante de los de Alessio atrás.

Son (5,5): Sorprendente. El andaluz cuajó un partido solvente... en el carril izquierdo. Dijo Alessio que le dio un par de nociones básicas sobre lo que quería de él como carrilero a banda cambiada después de que Clerc se lesionase en el calentamiento y, según contó el italiano, Franquesa tampoco estuvese en condiciones de ser de la partida. Fue mejor el partido de Son este domingo que otros muchos en su banda natural.

Malsa (4): Anarquía. No es la primera vez que al internacional por Martinica se le asigna el adjetivo 'anárquico'. Pierde como pivote único, deja mucho espacio y fue uno de los principales responsables de la presión débil y de los kilómetros de espacio a los atacantes béticos. Para Fekir, cosquillas.

Melero (3): Horrible. Lo del madrileño fue esperpéntico. Lento en la salida de balón y con una desidia evidente. Ralentizó de manera extrema el juego del equipo en momentos en que incluso sus compañeros pidieron salir con velocidad. En el segundo gol, solo miró cómo su marca anotaba. La olvidó por completo, como si no se tratara de un córner.

De Frutos (6): Su electricidad da vida al Levante. Si los granotas pudieron meterse durante algún minuto en el partido fue gracias al segoviano. Suma cinco asistencias, es el mejor del equipo en esa tarea y en el segundo de Dani Gómez bien pudo ser él el anotador. Pocos siguieron su nivel. Rebeldía aislada.

Morales (5): Suficiente. El Comandante siempre es garantía de peligro, por mucho que no le salgan las cosas. Esta vez sí, Alessio le dio salida con una línea de cinco hombres en retaguardia. Para el juego que planteó el entrenador, Morales es un jugador perfecto, viene al pelo, pero no tuvo continuidad y en el plano individual no fue su mejor día.

Dani Gómez (6): Goleador. Los primeros tantos de Dani Gómez en Liga sirvieron de poco pese a que logró, en una conexión muy particular con De Frutos, poner en ciertos aprietos al Betis. Activo en ataque y actuación positiva en lo personal.

Róber Pier (5): Sin más. Cuando el gallego entró, el vendaval ya había pasado sobre la portería de Cárdenas. Solo faltaba que Carvalho anotara el tercero antes del descanso y ya en el segundo tiempo Pier no vivió con demasiadas complicaciones.

Bardhi (5): Sin efecto. Entró para cambiar el sistema e incluir un centrocampista más en la creación. Creó poco el macedonio.

Soldado (3): Contraproducente. El valenciano salió para ayudar y lo que acabó haciendo fue todo lo contrario. Fue expulsado a los 8 minutos de saltar al césped por ponerle la plancha a Carvalho en la espinilla. Su energía puede contagiar al equipo, pero el exceso de ella le lleva a perder los nervios... y en este caso la cabeza. Fue una desconexión impropia de un futbolista de su categoría. Dijo Alessio que hay jugadores que han pagado su actitud con falta de minutos. Quedó claro.

Pubill y Pepelu (-): Entraron con tiempo, pero el encuentro ya se había convertido en un partido de exhibición, como si Jaime Latre hubiera pitado el final y ambos equipos hubieran pactado continuar jugando por mero deporte. El choque había concluído con 20 minutos de antelación y fue imposible destacar.


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