VALÈNCIA. El Levante murió por sus propios errores. El equipo de Felipe Miñambres cuajó una gran primera parte y, aún así, no se marchó al descanso por delante en el marcador. Ni siquiera habiéndose adelantado a los diez minutos. Le pagada del Eibar hizo mella y, tras darle la vuelta al marcador, los granota sí entraron en pánico. Se rehicieron y rescataron un empate que sirve de poco con los resultados de la jornada en la mano. A pesar de que, según trasladó el técnico, las cuentas del vestuario pasaban por tres triunfos y un empate en los cuatro últimos choques del curso, la realidad es que el punto de este sábado lastra.
Como también lastraron los errores individuales. Especialmente el de Andrés García, que metió una pelota despejada por dentro directa al gol de la remontada armera. Miñambres reconoció que el carrilero se derrumbó entre lágrimas en el vestuario una vez concluido el partido. Estas son las notas de Plaza Deportiva tras el Levante Eibar:
Andrés Fernández (6): Una de lo de siempre. Salvó el primero parando un mano a mano -aunque a la postre la jugada quedó invalidada por claro fuera de juego-, pero después erró en la salida anterior al tanto de Tejero, que supuso el empate del Eibar. Aún así, la realidad es que los aciertos del murciano difuminaron cualquier error.
Andrés García (4): Error definitivo. Sale en la foto del partido. El error del tanto de la remontada del Eibar llega tras un error grosero de Andrés en la salida de balón. El despeje fue un regalo para el rival. En ataque, hizo daño cuando ganó metros, cuando hizo largo el costado diestro e hizo trabajar a Stoichkov en la ayuda a su lateral. Le faltó picar más.
Dela (6,5): Responsabilidad. Quinto tanto de la temporada -el segundo desde el punto de penalti- y sigue siendo el máximo artillero del equipo en 2024. El año del zaguero de El Escorial, tanto a nivel anotador como en su tarea, es para analizar. Otro muy buen encuentro y con galones. Capitán en la sombra por sorpresa.
Cabello (7): Sereno. Si hay una cosa que define al joven canario es la tranquilidad. No se pone nervioso, lo hace sencillo y fue expeditivo. Es el central zurdo de Miñambres.
Valle (5): Ahogado. Hacía dos meses que no era titular y solo lo había sido, hasta esta jornada, una vez con Felipe en el banco. Partido bastante plano del carrilero del Barça, que acabó ahogado. Muy cansado. Su lenguaje no verbal era demasiado evidente. Incluso Pablo Martínez, desde la zona de calentamiento, trató de hablar con él en un momento crudo del segundo acto.
Oriol Rey (6): Bien. Partido serio, de más a menos. Escalonó bien con Kocho durante un primer tiempo bastante brillante, pero se fue perdiendo en el centro del campo a tramos de la segunda parte. En cualquier caso, partido bastante completo.
Kocho (6): De mucho a poco. Contundente y poderoso. Sin miedo para ir hacia delante. Y aprovechando su buen pie. El partido de Kocho fue notable y Felipe tuvo claro qué hacer con él. Al astorgano no le tembló para sentar a Pablo Martínez y pedirle al georgiano que ganase altura en el campo. El '6' mostró también un gran recorrido: de incrustarse entre centrales en la salida de balón a llegar a área contraria para vestirse de asistente e incluso porbar disparo. Fue de más a mucho menos.
Lozano (6): Peligro intermitente. Generó por dentro y combinó bien, aunque al valenciano le sigue faltando continuidad en sus percusiones. Fue el primero al que Felipe cambió para estirar el campo con Fabrício.
Carlos Álvarez (7): Juguetón. Las características de Carlitos ya son de sobra conocidas en Orriols. Suele tirar de varita, pero este sábado estaba especialmente juguetón. El Levante dominó y achuchó área contraria gracias a la dulzura de sus mejores piezas. Y el sevillano estuvo en ese saco. Le pegaron de lo lindo.
Brugui (7): Capital y capitán. El de Bàscara se puso el brazalete... por antiguedad. Era el más veterano como granota de los once que alienó Miñambres. Así está obligado a cambiar este Levante. En cualquier caso, a Brugui le sobran agallas. Mete la cabeza en un ventilador y es, probablemente, el jugador en que más confía el técnico. Provocó el penalti y, si el Levante tuvo vida al final, fue porque jamás entrega la cuchara.
Dani Gómez (4): Egoísta. Dispuso de dos man a mano con pase atrás de cajón... que decidió no dar. Uno a Dela -que le abroncó-; otro a Brugui. En ambos, quiso definir. Se infló de balón y volvió a fallar. Muy móvil, dio muchas opciones, pero se le apaga a luz en los metros finales. Una lástima.
Bouldini (6): Goleador. Rescató un halo de esperanza al final rematando un centro con música de Carlitos. También participó en el tanto de Brugui que no subió al marcador por fuera de juego del propio africano en la pared. Participativo.
Fabrício (4): Horrible. Otra actuación para olvidar. Obcecado. Intentó galopar, pero es como si estuviese cegado. No atiende a opciones.
Pablo Martínez (5): Garra. Miñambres le descartó y le dejó en el banquillo. Le introdujo tarde. Pudo mostrar hambre y poco más.