Arropados y sin magia

VALÈNCIA. El nuevo Levante de Pereira dejó el gol para otro día. El pacense advirtió que, con tres sesiones a sus espaldas, es imposible ver al equipo que él quiere construir, pero sí ciertos matices que se evidenciaron ante el Getafe. Y es que es inevitable trazar líneas de distancia entre el extremeño y su antecesor: si antes la retaguardia la parte descuidada del terreno de juego, ahora es la parte ofensiva. El Levante se dejó al creatividad en casa, apostó por la magia de los hombres de arriba -pocos conejos salieron de la chistera-, y sin embargo ofreció un orden y una solidez defensiva que hacía tiempo no se veía en el Ciutat. 

Sobre todo por el orden. La línea de cuatro, marcada, se apoyó en Radoja para sacar el balón y destruir el ataque rival. La presión no fue tanto en campo contrario como en el propio, en un repliegue rápido y eficaz en ocasiones que, aún así, dejó también algunas dudas. Al Levante le temblaron las piernas cuando Quique Sánchez Flores logró su objetivo: llegar al ecuador del segundo tiempo mucho más fresco que su oponente. Y ahí llegaron las ocasiones azulonas, incluso en momentos agónicos del encuentro donde tuvo que aparecer Aitor para salvar la papeleta. Estas son las notas de PlazaDeportiva.com tras el Levante - Getafe:

Aitor Fernández (6): Poco trabajo. Aitor será el portero de Pereira. El pacense fue claro en la rueda de prensa previa al encuentro respecto a la gestión de la portería, y tras el choque insistió en que el guipuzcoano será regularmente, y hasta nueva orden, su portero. No tuvo demasiado trabajo, pero sí tuvo que sacar un disparo de Enes Unal en los minutos postreros del encuentro.

Miramón (6): Bien. Con el nuevo entrenador, el aragonés no tendrá que prodigarse tanto en ataque, pero sí tendrá que guardar el orden defensivo. Miramón estuvo bien en retaguardia, pero le faltó conexión con De Frutos para sorprender al rival.

Mustafi (6): Líder. Buen partido del alemán, que se erigió como el líder de la defensa de Pereira. Mantuvo el orden, fue el jefe y protagonizó actuaciones defensivas de nivel. Con menos espacios, el exvalencianista pone su mejor cara, aunque en la ocasión que Aitor repele a Enes Unal le ofreció demasiado espacio al turco.

Vezo (6): Ordenado. No se vio al Vezo de la cal y la de arena. El luso se mantuvo ordenado, sin salidas de posición que, en tiempos anteriores, daban tanta salida como espacio dejaban atrás, aprovechable por los rivales. Bien en líneas generales.

Clerc (5): La nueva filosofía le frena. La cañón por banda izquierda que suele ser el catalán tuvo que echar el freno. Ya sea por el temor y el respeto, reconocido por el técnico, en la manera de encarar el encuentro, o directamente por las ideas más arropadas de Pereira sobre el tapeta, Clerc tuvo que atarse una cuerda al palo para, al igual que Miramón, no prodigarse tanto en ataque, donde es un puñal. Destacó poco.

Radoja (6): Agresivo. El serbio rindió a buen nivel, incluso fue de menos a más en el partido. Jugó a incrustarse entre los centrales para buscar facilidades en la salida de balón, aunque no encontró demasiadas ante el bloque de hormigón que Quique plantó en el Ciutat. Eso sí, fue agresivo en esa presión arropada y en campo propio que propuso el cuadro granota.

Melero (5): Desaparecido. Los pocos espacios reinantes dejaron a Melero sin hueco para destacar. Aún así, su potencia y su tren inferior son agua bendita para el Levante, sobre todo a la hora de desatascar jugadas que parecen oscurecerse por momentos, y terminan saliendo adelante. Pereira admitió que al madrileño se le hicieron pruebas antes del entrenamiento del viernes y llegó entre algodones al choque. Jugó, de hecho, con vendaje en su muslo.

Pablo Martínez (5): Poco. Como uno de los interiores del 4-3-3 que dibujó Pereira, Pablo nunca estuvo cómodo en el césped. Le costó dar continuidad al juego y, sobre todo, conectar con las bandas y Soldado.

De Frutos (5): Sin chispa. El segoviano se vio abocado a jugarse la acción individual en demasiadas ocasiones con poco resultado. No se coordinó con Miramón en el carril diestro. El extremo buscó romper por su banda pero no terminó de conectar. Olivera se comió pocas de las intentonas individuales del '18', pero una de ellas pudo acabar en penalti. Fue fuera del área.

Morales (5): Desconectado. El Comandante sufrió para hacerse un hueco en el partido. Pecó de individualismos poco fructíferos, aunque tampoco disponía de demasiadas opciones de combinación. El capitán va a tener que sacar a la fuerza mucha más magia en un ataque levantinista que, a partir de ahora, sumará menos efectivos y cubrirá más sus espaldas.

Soldado (7): El mejor. El delantero fue lo más destacable del primer Levante de Pereira, arropado y poco creativo en ataque. Soldado jugó de espaldas y ganó muchas acciones en la medular para girar y buscar compañero. Así llegó una oportunidd inmejorable que erró Melero al tropezar una vez ingresó en el área. Además, la actitud de capitán del valenciano viene bien, en la protesta y en el propio dinamismo del equipo. Eso sí, terminó muy cansado después de una sola semana al ritmo del resto del grupo y Javi Pereira estiró mucho su presencia en el campo.

Cantero (5): El canterano entró para acompañar a Soldado en ataque y pasó por la vera del valenciano y también por la banda en busca de un desborde que no llegó a ofrecer. Tuvo ocasión de salir con velocidad a la contra en momentos en que el partido moría, pero le faltó convicción.

Franquesa (-): Formó doble lateral, por delante de Clerc, pero tampoco tuvo demasiada incidencia en el refresco. Ante la falta de jugadores de desborde para dar relevo a De Frutos -y en esto la enfermería queda al margen- Pereira se inventó la posición de Franquesa, sin incidencia.

Dani Gómez (-): El madrileño pasó alrededor de media hora calentando de manera intermitente -Pereira alternó los posibles hombres de refresco en la banda- y saltó al campo en el 91' para sustituir a un Soldado fundido desde hacía tiempo. Dani había entrado en alguno de los ensayos del nuevo entrenador en sus tres entrenamientos con el grupo, pero fue la última opción, alargando la presencia de Soldado en el campo. Lo tendrá difícil cuando regrese Roger.