VALÈNCIA.
Cárdenas (9): Estelar. Era el partido del de Terrassa. El primero sin Koke como competidor por los palos de la Copa y estuvo perfecto cuando tenía que estarlo. En el partido marcado en su calendario. Hasta nueve paradas, entre ellas una estirada abajo espectacular en un mano a mano con Paco Alcácer. Fue el mejor del Levante.
Coke (6): Mandón. Coke es necesario. Dentro del campo y fuera de él, donde se hartó de animar a los suyos en los momentos más crudos y tensos del partido. Estuvo intenso, como siempre, y fue el ángel de la guarda de Son en la cobertura a Pedraza y la división de marcas con Moi Gómez a su vera. Buen partido del capitán en funciones.
Postigo (7): Notable. Más allá de algún error forzado en la salida de balón, el madrileño cuajó uno de sus mejores partidos de la temporada. Se notó que la ilusión por hacer historia le desobordaba. Aún cansado ya en la prórroga, no dio por perdida ninguna carrera, prueba de ello fue un lance en el que tuvo que ir al suelo con Alcácer y casi se rompe en el intento.
Vezo (6): Regresa a su senda. Se volvió a ver al central que manda en la zaga levantinista. Después de sentarse en el banquillo de Valdebebas, regresó al buen nivel habitual, incluso en el juego aéreo.
Toño (5): Poco. El de Alcalá de Henares siempre ofreció soluciones por banda izquierda, aunque sin brillar.
Radoja (7): Parece que no está, pero es omnipresente. El serbio pasó prácticamente desapercibido en la primera parte. En la segunda, se le vio más, aunque tampoco protagonizó acciones de vértigo hasta el final, cuando el partido más abierto se mostraba. Sin embargo, Radoja es el pivote que necesita Paco López. Es un portento físico, de lo mejor que tiene el Levante en ese aspecto, y fue crucial para aguantar la medular granota hasta los 120 minutos.
Malsa (7): Muy bien. El francés rayó a un muy buen nivel. Como si de una montaña rusa se tratara, pasó de ser la sensación a bajar su rendimiento, y ahora vuelve a estar entre los destacados. Estuvo especialmente fino en la mayoría de pases verticales que le caracterizan en situaciones de presión, con adversarios a muy pocos metros. De un lado para otro, algo anárquico en ocasiones, volvió a agotarse y fue sustituido por Roger.
Rochina (5): Mucha calidad, pero le faltó finura. El de Segunto no estuvo cómodo. Alternó entre el enganche y la caída a banda derecha según Son dejaba más o menos libre el carril en su vigilancia a Pedraza, pero no terminó de hacer suya la posición.
Son (7): Incansable marcaje a Pedraza. El sevillano tenía una misión: que el lateral izquierdo del Villarreal no respirara cerca de área propia. Y en gran parte lo consiguió, más allá de algunas acciones en las que Pedraza sí ingresó con balón en dominios de Cárdenas, y pudo costar caro. Tanto el meta como Paco López no se cansaron de advertirle de las acometidas de su marca, pero estuvo bien en esa tarea. Y, lógicamente, poco productivo en ataque, aunque dipuso de una oportunidad que se le fue a la grada al final de la primera parte.
Bardhi (7): Ya está para grandes trotes. El macedonio es, sin duda, una de las grandes noticias del partido. No solo lo acabó sin problemas -el primero que consigue culminar después de la hernia discal que le tuvo dos meses apartado- sino que además lo hizo con garantías. En la prórroga protagonizó acciones soberbias en tres cuartos, demostrando que está para volver a la titularidad.
Dani Gómez (6): Móvil, pero le faltó pegada. El madrileño fue una isla en la primera parte. Empezó a entrar en juego en la segunda y fue el conductor de dos contras tras robo en tres cuartos en las que erró en el último pase. Una de ellas fue muy clara y, en lugar de ceder a Roger, prefirió dejar para Melero, que llegó forzado en el choque con Rulli (pidió penalti). Mejor otro delantero a su lado.
Melero (6): Trabajador y temerario. Salió al campo ara ocupar el lado de un Son que había estado pendiente del carril durante toda la tarde. No iba a ser ese su cometido, sino apoyar en el interior y caer al medio. Melero aportó trabajo y guerra en el centro del campo, ese fue su tick verde. El rojo, la temeridad en una falta que Soto Grado vio como penalti. El VAR salvó al '22' de una infracción imperdonable, un agarrón precisamente a Pedraza que empezó fuera del área y acabó dentro.
Morales (7): La diferencia. El Comandante entró para revolucionar y lo hizo. Fue luz en un ataque enquistado. Dio electricidad al Levante cuando más la necesitaba. Prueba de ello es la carrera en el último de los minutos añadidos para ceder atrás a Roger y hacer estallar de júbilo a los presentes en el Ciutat. Al finalizar el encuentro, quedó solo, caminando por el césped en medio de la calma después de la tempestad en una imagen que puede pasar a la historia mientras su renovación sigue en un punto muerto.
Miramón (7): Crecimiento exponencial. El crecimiento del aragonés es notorio en los dos últimos partidos. Tanto en Madrid como en los minutos de ayer. Desgaste y, además, buen hacer con el balón en los pies. Otro buen partido de Miramón en meses cruciales para las conversaciones por su renovación.
Roger (7): Donde y cuando se le espera. Lo de siempre. Entró para meter toda la pólvora en el cañón y terminó siendo el pistolero que aprieta el gatillo. Hizo mejor a Dani Gómez en los minutos en los que estuvo a su lado, ofreció soluciones, pero solo tocó una pelota para mirar a portería. Y la clavó en el 120 para ser engullido por sus compañeros. El de Torrent suma su décimo tanto esta temporada y navega a velocidad de crucero para conseguir su mejor estadística como ariete granota a final de curso.
Clerc (7): Siempre brillante. Clerc es el seguro del lateral izquierdo y así lo demostró. Paco López se dejó toda la carne para el final y Clerc fue uno de los jugadores reservados y usados de revulsivos tras el intermedio. Una acción definió a Clerc: una jugada con Parejo en la que el catalán tiró el autopase y, a pesar de parecer no llegar ante la oposición del exvalencianista, terminó ganando posición por mera fe y generando una ocasión manifiesta para los suyos.
Sergio León (-): Sin tiempo.