¿Otro mercado de invierno en blanco?

VALÈNCIA. Se avecina otro invierno sin refuerzos... de momento. El mercado de enero será de mínimos en el Levante, eso es seguro, y es algo que no ha escondido ni el director deportivo, Felipe Miñambres, ni tampoco el consejero delegado, Pepe Danvila, en el último mes. Para que se produzcan entradas en Orriols, deberán de haber, primero, salidas. Y de las importantes. No será lo mismo hacer hueco con Álex Blesa, el futbolista de primer equipo menos utilizado por Javi Calleja -ha jugado tan solo 10 minutos en Liga-, que encontrar acomodo a algún otro futbolista de mayor enjundia en el espacio de Fair Play Financiero del club, debilitando así la plantilla en un momento crucial. Cantero es el más cercano por la reconocida oferta del Huesca sobre la mesa y porque el entorno del jugador ha transmitido al club su deseo de encontrar los minutos que no tiene en Orriols.

La papeleta no es sencilla. Y la de invierno no es, precisamente, una ventana propicia para dar con las oportunidades de mercado que sí encontró Miñambres en verano. Entonces, el astorgano logró reducir el coste de plantilla en la mitad, según lo que él mismo trasladó públicamente a la espera de que las cuentas oficiales de la entidad reflejen los números exactos. Es decir, si al cierre del ejercicio 21/22 la plantilla granota superaba ligeramente los 20 millones de euros de coste, la cifra actual ronda los 10. Y aún así, el Levante sigue excedido en sun Límite de Coste de Plantilla Deportiva (LCPD) que marca La Liga.

Es una tesitura de lo más compleja incluso teniendo en cuenta la apertura de mano de la regulación de la competición, que permite ahora reinvertir el 60% del ahorro que genere la salida de un futbolista en las arcas económicas del club, e incluso llegar al 70% en caso de que la nueva incorporación suponga más del 5% del coste de plantilla total. Lo que es seguro es que para que haya caras nuevas, habrán de salir jugadores, y son algunos los que demandan algo más de protagonismo a Javi Calleja. 

El primero es Álex Cantero. El canteranoes uno de los futbolistas en el punto de mira en este sentido y, de hecho, ya han llegado ofertas reales por él. Tal y como informó Cope Valencia y pudo confirmar este diario, el Huesca ya ha tomado contactos con el Levante para asumir la cesión del delantero. Cantero ya vivió una situación similar la pasada temporada cuando el Zaragoza entró en la puja, pero entonces el entrenador se cerró en banda a su marcha. Esta vez, Calleja no ha sido tan tajante sobre la necesidad de un jugador que arrancó el campeonato siendo imprescindible y se ha diluido como un azucarillo en los planes del técnico madrileño.

Lo que acabó con un Cantero revitalizado entre enero y junio de 2023 -aunque, de nuevo, venido a menos a las puertas de aquella fatídica promoción de ascenso-, podría terminar con una marcha que, en cualquier caso, tampoco aseguraría refuerzos. Ya ocurrió la pasada temporada, cuando el único movimiento invernal que ejecutó Miñambres fue la salida de Franquesa, en forma de cesión, rumbo a Leganés. No hubo incorporaciones y se cerró un espacio de transferencias pactado con el técnico. Sin fichajes de relumbrón, ni siquiera en una delantera en ese momento tocada por la baja de larga duración de Brugui y sin rastro de un mínimo de rendimiento de Wesley -sobre quien, entonces, la dirección deportiva empezaba a esbozar su plan de negarse a pagar la opción de compra de 10 'kilos' al Aston Villa-. Pero sin debilitar al grupo, más allá de un Franquesa que no contaba. 

El caso es que, si Cantero sale, entonces sí se podría plantear un refuerzo a bajo coste para alguna de las parcelas más necesitadas de la plantilla, fundamentalmente en la defensa. Hay que remontarse hasta el febrero del curso anterior para encontrar el único movimiento inmediato de Miñambres en invierno para el primer equipo. Fue con el mercado de fichajes ya cerrado cuando, recién llegado a los despachos de Orriols, decidió firmar en libertad a Marcelo Saracchi, todavía con su rodilla maltrecha. Antes, había llegado Martín Cáceres, pero había sido sin la contratación del entonces ejecutivo del Celta de Vigo. Fue, por orden y semejanza de Quico Catalán, el propio cuerpo técnico capitaneado por Alessio Lisci quien adquirió imprisidadas labores de scout. El mismo italiano telefoneó al central uruguayo. Eso no ocurrirá esta vez, como tampoco habrá revoluciones. O esa es, al menos, la intención del entrenador.