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Pánico a un posible doble descenso

3/05/2022 - 

VALÈNCIA. La complicada tesitura deportiva que vive el Levante trasciende de los límites del primer equipo. Es un asunto de club. Mientras el cuadro de Alessio Lisci enrevesó un poco más su permanencia con el empate en Mestalla, el Atlético Levante de Adrián Esteve se complicó la vida perdiendo en casa ante el Intercity. Era el líder del grupo, en Segunda RFEF, quien visitaba Buñol, y una derrota era un resultado que entraba en todas las quinielas, pues el conjunto alicantino todavía no tiene cerrado su ascenso directo de categoría y, a todas luces, necesitaba la victoria ante los granotas. Eso sí, la goleada (0-5) fue la gota que colmó el vaso en un filial que vive en auténticas horas bajas.

El puesto de Esteve estaba ya visto para sentencia el mismo domingo y solo cabía esperar la oficialidad de su cese toda vez se concretara un sustituto cuya identidad llevaba días debatiéndose en caso de tener que intervenir en las dificultades del filial a falta de dos jornadas para conclusión de la temporada. Y es que Chema Sanz, anunciado horas más tarde como nuevo técnico, tiene dos citas ante sí para evitar el drama: ante Mar Menor -que necesita ganar sí o sí para proteger su plaza de playoff de ascenso- y UD Alzira -que ya no tiene opciones-. Ahora mismo el Atlético Levante ocupa la plaza de promoción de descenso con los mismos puntos, 37, que el Mancha Real, ubicado en puestos de pérdida directa de categoría. Por delante, a un punto, el Águilas. Y Yugo, El Ejido y la UD Melilla también están al alcance.

El caso es que en el seno del club granota hay un temor creciente acerca del posible doble descenso que se puede producir y que Chema Sanz ha de evitar. Supondría un drama para la entidad y, sobre todo, para la gestión del Consejo de Administración durante la actual temporada. La precipitación en la toma de decisiones desde la primera resolución clave de la campaña, el despido de Paco López, terminó llevando al técnico del filial, Alessio Lisci, al primer equipo en noviembre, con poco margen de tiempo para articular el movimiento de piezas en la escuela. Se activó la promoción de técnicos: Esteve pasó del Juvenil A -donde, con brillante resultado, aglutinaba 10 victorias en 16 choques- al Atlético Levante que dejaba Alessio. Se produjo entonces un efecto dominó: Euge Ribera cogió ese Juvenil División de Honor de Esteve y su Juvenil B pasó a ser entrenado por Alberto Zacarés, que aterrizaba desde Villarreal. En el proceso hubo incluso un técnico, Salva Yago -segundo de Ribera en el Juvenil B-, que abandonó el club en enero al entenderse fuera de la veloz promoción de entrenadores que existió a causa del ascenso de Alessio.

Aquel ajuste se confeccionó en medio del terremoto producido por el despido de Javi Pereira y, con él, el antiguo Área Deportiva comandada por Manolo Salvador y David Navarro, que habían abogado por cortar la cabeza a Paco López y firmar al pacense. Alessio inició su andadura en el primer equipo como interino y, debate interno mediante, fue ratificado en el puesto hasta final de temporada dos semanas más tarde. Mientras tanto, en la escuela se cubría su ausencia con técnicos en funciones. Incluso parte del cuerpo técnico de Alessio estuvo pendiente del filial en los primeros encuentros sin el italiano a los mandos. Con la oficialidad del preparador romano llegó la del propio Esteve en el Atlético Levante y, ya en enero, la reestructuración completa de los entrenadores de la escuela. Todo un proceso en medio del curso que, a la postre, puede acabar saltando por los aires. 

Y es que el descenso del primer equipo era un contratiempo 'calendarizado'. Ya se tenía en cuenta en el club y lleva meses aceptándose como una posibilidad en Orriols desde que se superó aquel récord de 24 partidos consecutivos sin ganar y el Levante se sumergió en las posiciones de descenso en la jornada 8 del campeonato. Por más que la entidad ha albergado esperanzas de solventar la situación deportiva de la primera plantilla, el riesgo de descenso estaba presente y la obligación se abría entorno a dibujar escenarios posibles en Segunda División. Económicos y deportivos. Fue una de las cuestiones que se le plantearon al presidente, Quico Catalán, en la caliente Junta General de Accionistas de diciembre. 

Sin embargo, el doble descenso era una situación más lejana. Alessio dejó al filial noveno y, aunque en el inicio de campaña las distancias no eran amplias ni por arriba ni por abajo, sus pupilos rayaban en números y sensaciones de parte media-alta de la clasificación. Cabe recordar que, para los intereses levantinistas, tampoco ayuda un descenso del filial a Tercera RFEF toda vez que el Patacona CF -con el que el club mantiene un acuerdo de colaboración y enriquecimiento en la formación de futbolistas- consiga su particular ascenso desde Preferente. Al no ser filiales, eso sí, no habría problema alguno en compartir categoría.

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