Hoy es 15 de octubre
VALÈNCIA. De todas las vicisitudes extrañas que el socio valencianista ha podido presenciar en su estadio, una de ellas sucedió el 11 de mayo de 1992. Era la trigésima jornada de liga en primera división y se enfrentaban en Mestalla, nada más y nada menos que el Valencia CF y el FC Barcelona.
Era el duelo holandés de banquillos, Hiddink en el Valencia CF y Cruyff en el FC Barcelona, y además era un duelo entre el quinto clasificado (los locales con 34 puntos) y el segundo (el Barça con 42).
El Valencia formó aquella noche con Sempere bajo los palos; Quique, Arias, Giner, Camarasa, Leonardo; Nando, Arroyo, Fernando; Eloy (Tomás, m. 88) y Lubo Penev.
El Barça (que ese año acabaría ganando Liga y Copa de Europa) formó con Zubizarreta; Nando, Koeman, Serna; Eusebio, Guardiola, Amor, Bakero (Beguiristáin, m. 65); Goikoetexea, Laudrup y Stoichkov (Julio Salinas, m. 59).
El partido fue muy igualado y lleno de alternativas, hasta el punto en que Sempere le detuvo un penalti en el minuto 10 a Ronald Koeman. En el minuto 44 un envío corto de Serna a Zubizarreta lo aprovecha el siempre atento Eloy Olaya para enviar sobre Fernando Gómez que batiría a Zubizarreta. Con ese resultado se llegó al descanso, pero lo más alucinante, estaba por llegar.
En la segunda parte el encuentro enloqueció. Y parejo a él, también lo hizo el colegiado; el siempre polémico árbitro gallego Raúl García de Loza.
Su clásico afán de protagonismo comenzó con el reparto a diestro y siniestro de las tarjetas. En el 32 a Nando (el valencianista), en el 41 a Arias, en el 71 a Nando (el del Barça), en el 72 a Eloy, en el 77 a Quique, en el 78 roja directa a Guardiola, en el 86 roja directa a Arias, en el 89 amarilla a Serna y en el 89 a Lubo Penev.
Pero el final fue lo más kafkiano de todo. García de Loza añadió muchos minutos al partido, lo cual enervó a Mestalla que empujaba para acabar el encuentro con el 1-0 final. Y en una de las jugadas con todo el estadio pidiendo ya la hora, pita una falta. Pero ocurre algo en el túnel de vestuarios y acude hasta allí. Los jugadores de uno y otro equipo se quedan en el terreno de juego, sin árbitro. Mirándose unos a otros sin saber qué hacer…
Los reporteros de la radio que estaban a pie de campo (porque entonces las radios podían estar en la banda junto a los banquillos), corren en tropel hacia el túnel de vestuarios a ver qué ha ocurrido. Y entonces se quedan de piedra cuando el colegiado les dice que el partido está concluido, que él no va a volver al terreno de juego ¡García de Loza había pitado el final del partido desde el túnel de vestuarios de Mestalla!
¿Qué ocurrió exactamente? Nacho Cotino (entonces redactor de la Cadena COPE) arroja luz sobre el episodio: “Hubo momentos de confusión porque durante unos minutos se dijo que García de Loza había expulsado a un miembro de la Cruz Roja pero no era así. A quien realmente expulsó fue a José Manuel Roma, uno de los utilleros del equipo valencianista. Le pescó haciendo una “peineta” o un corte de mangas. Romá se da cuenta de que lo han pillado y sale corriendo hacia los vestuarios. En ese momento y con la obsesión de identificar al miembro del banquillo, García de Loza, sale corriendo tras él hasta identificarlo en el túnel de vestuarios. Cuando entramos a ver qué pasaba no dijo que ya había pitado el final y que daba el partido por acabado ante la incredulidad de los integrantes de los dos equipos”.
Sin duda alguna, de todas las peculiaridades que se pueden atribuir a Mestalla es la de tener un túnel de vestuarios desde el que se ha decretado el final de un partido.