VALÈNCIA. El Levante está sumergido en una nefasta realidad deportiva. Decimotercer clasificado en Segunda División, no probaba una posición tan bajera de la tabla de la categoría de plata desde hace más de diez años, cuando paradójicamente logró su penúltimo ascenso a la élite. Mientras, el objetivo es incierto: las cuentas arrojan una obligación evidente de volver a Primera; lo visto en el césped invita a pensar en otro año, mínimo, sumido en las catacumbas. Porque "podría ser peor". El Levante podría pelear todavía más abajo en la clasificación. De hecho, de caer ante el Sporting de Gijón este domingo, lo hará: las plazas de playoff, ahora a seis puntos, podrían quedar a la misma distancia que el descenso a Primera RFEF, hoy a nueve. No quiere decir que esa esa la batalla del equipo de Felipe Miñambres, pero sí retrata una realidad inapelable.
Es el dibujo con el que los granotas afrontan el duelo de este domingo, ante otro rival que, si se hiciesen los deberes, podría ser directo por el ascenso. Quién sabe si un cambio radical soñado por la parroquia de Orriols puede llevar a ambos a enfrentarse en una hipotética promoción. Son sueños. Ficción. Porque la vida real lleva al Levante a una distancia de siete puntos con lo asturianos, que precisamente se juegan en el Ciutat permanecer en la zona noble. Eso sí, ganar... ¿por qué no? La negra tesitura del Levante podría empeorar, pero el margen de mejora es vasto. Tres puntos que se unan a otros tres en el aplazado del miércoles en plenas Fallas podrían insuflar un pequeño chorro de optimismo en el vestuario. Porque añadir seis puntos al casillero de repente, además de confianza, puede acercar al club a ese objetivo cuyo imperativo casi todos esconden de cara a la galería.
Perder es hacer explotar una traca. Otra más. En Oviedo se vieron más y más costuras. Tantas que el rival de hoy va a visitar al equipo con peor dinámica de la categoría. El Levante es el único, junto al Racing de Ferrol, que no ha ganado un solo encuentro de los últimos cinco y que ha hecho tres puntos de quince. Es preocupante y Miñambres tiene el deber de lavar la cara al diagnóstico. Por más que el astorgano diga que no está ante su última bala -habría de despedirse a sí mismo, pues sigue con todo el manojo de llaves de la planificación deportiva en su bolsillo-, despedir la temporada en abril dejaría tocada su figura. Y mucho. Para eso, planea cambios en su once.
Miguel Ángel Ramírez, técnico del Sporting, presentará en teoría una alineación muy similar a la que se impuso la pasada jornada al Albacete. Esperaba poder contar con el delantero Víctor Campuzano, que llevaba un par de semanas entrenándose con normalidad, pero se encontró con el contratiempo de una recaída en la lesión que le apartó del equipo cuando se encontraba en el mejor momento desde que llegó hace tres temporadas.
La ausencia de Campuzano, que parecía iba a ser la principal novedad ante el Levante, hace prever que Ramírez contará con los mismos hombres que se impusieron al Albacete, en especial en la línea ofensiva en la que se asentó Fran Villalba, que está siendo titular en las últimas jornadas rindiendo a un buen nivel, lo que le valió ser elegido por la afición como el mejor jugador del mes de febrero.
En la convocatoria facilitada por Ramírez figura el portero Rubén Yáñez, lo que abre la duda de su presencia en el once inicial, que podría registrar algún cambio en el centro del campo, donde Nacho Méndez, Nacho Martín y Roque Mesa se juegan dos plazas, con Varane como alternativa si el técnico apuesta por una formación más defensiva.
Ante el Albacete volvió Pascanu tras recuperarse de unas molestias y Ramírez optó por el canterano Diego Sánchez en lugar de un más experto Rober Pier, que no estaba atravesando su mejor momento, hasta el punto de que en las últimas jornadas fue el desgraciado protagonista de dos goles en propia puerta.
Los rojiblancos quieren aprovecharse de las dudas que genera un Levante que a principios de temporada se le señalaba como uno de los favoritos para el ascenso directo pero que no está haciendo una buena campaña como lo demuestra que ni siquiera está en posiciones de promoción.
El partido es especial para Fran Villalba, ya que jugará en su ciudad y ante su familia y amigos, lo que supone un aliciente extra para él que espera poder mantener el nivel de juego que está ofreciendo tras costarle mucho entrar en el equipo debido a la lesión que sufrió en el inicio de la temporada.
- Alineaciones probables:
Levante: Andrés, Buba, Dela, Postigo, Álex Muñoz, Brugué, Lozano, Pablo Martínez, Carlos Álvarez, Dani Gómez y Fabrício.
Sporting: Christian Joel, Pascanu, Insua, Diego Sánchez, Cote, Nacho Méndez, Roque Mesa, Hassan, Fran Villalba, Gaspar Campos y Otero.
Árbitro: Orellana Cid (Comité Andaluz)
Estadio: Ciutat de Valencia
Hora: 16:15.